Altercados y vandalismo en el municipio en un fin de semana con escasa presencia policial

Una vez más el foco de la opinión pública se centra en la Policía Local de Teulada. Hace escasos días se daba a conocer por este mismo periódico una auditoría encargada por el Ayuntamiento, en la que se detallaba y se suspendía la gestión de la cúpula policial. ¿Ha cambiado algo desde entonces ahora? Visto lo visto en las fiestas en honor a Santa Catalina Mártir no parece que nada haya mejorado. Peleas, vandalismo e incluso un vehículo incendiado es el resumen de un fin de semana con escasa presencia policial. Al menos así lo constató el concejal del Partido Socialista Adrián Llobell.

Al parecer y según fuentes consultadas, la presencia policial este fin de semana en horario nocturno fue más bien escasa. Desconocemos el número de agentes, pero se apunta a que, en la noche del sábado, día en el que se centralizaron la gran mayoría de los altercados, tan solo había 2 policías locales y 1 interino (sin arma) cubriendo las fiestas de Santa Catarina. ¿Es esto normal?  Las tumultuosas peleas (se habla de un grupo de más de diez personas con palos), los actos vandálicos e incluso la quema de un vehículo es desde luego el claro resultado de una clara falta de efectivos.

El concejal responsable del área de Seguridad Ciudadana, Nacim Benatsou  resaltó en respuesta a las manifestaciones del portavoz Socialista que la situación que se vive actualmente en la plantilla de la Policía Local de Teulada es “un tema sensible” y señaló que conoce a la perfección los problemas existentes y  recordó que para dar respuestas o soluciones en la Administración Pública hay que respetar los cauces legales, algo que en ocasiones conlleva mucho tiempo. En cuanto a lo ocurrido durante el fin de semana, puso de manifiesto que los menores involucrados no tuvieron una actitud adecuada y que le constaba que muchos no eran del municipio. En lo que respecta al vehículo según dejó entrever lo ocurrido nada tenía que ver con las fiestas, dejando abierta las especulaciones a un posible ajuste de cuentas o cualquier interpretación que pudiera derivarse de la quema de un vehículo en el núcleo urbano de la localidad. Y poco más al menos en lo referente a este tema.

La pregunta que queda en el aire es si la tan mentada auditoría ha servido para algo o como bien dice la castiza expresión, esto tiene pinta una vez más de quedar en aguas de borrajas.