Agua que no has de beber déjala correr

Cual ave fénix, parece que los modos del entonces alcalde de Pego, Carlos Pascual, se repiten en algunos municipios de la Marina Alta.

Uno de los periodistas que marcó de cerca al controvertido ex primer edil pegolino, fue el actual delegado del  diario Levante, Alfons Padilla. Ríos de tinta corrieron  entonces de su puño y letra sobre los múltiples reveses judiciales, a las alcaldadas que hicieron famoso a Carlos Pascual, durante sus años de gobierno. Sin duda todo un personaje, cuya imagen mediática, apareciendo día sí y día también en los medios de comunicación, pasó a la historia.

Una de las sentencias firmes por la Audiencia Provincial, constató que el ex alcalde prevaricó al sancionar a un funcionario por participar en protestas contra él.  

A la condena de indemnizar al funcionario con un elevado montante económico por "el evidente dolor, sufrimiento e intranquilidad" al  privar al trabajador público  injustamente de empleo y sueldo, también se añadió  7 años de inhabilitación al ex político.

De nada  le sirvió  a Carlos Pascual, abrir 19 expedientes disciplinarios,  con decisiones tomadas de antemano -según afirmaban  los periódicos de aquella época-, añadiendo que el castigo buscaba amedrentar a los funcionarios críticos con el alcalde.

La defensa de Carlos Pascual, se basó en señalar que el secretario municipal no le había advertido  que estaba cometiendo una ilegalidad.  

¿Estamos ante un nuevo caso de poder sin control en algún municipio de la Marina Alta?

¿Las similitudes, los perfiles, los acontecimientos, nos están llevando a un desenlace de las mismas consecuencias?

¿La justicia actúa o es lenta y permite que familias y trabajadores tengan que padecer una situación evitable?

Al parecer algunos políticos están bebiendo de la misma fuente que Carlos Pascual

Vicente Bolufer