Primeras impresiones de los jóvenes de intercambio del Rotary Club que cursan sus estudios en el extranjero
A lo largo del mes de agosto tuvieron lugar las salidas de los últimos cuatro de los cinco jóvenes de intercambio de Rotary que se han marchado para cursar un año académico entero en el extranjero.
Lara Meertens, que había salido a mediados de julio hacia Tasmania (Australia), se ha integrado estupendamente en su instituto y ya ha participado en muchas actividades culturales y recreativas, incluyendo un fin de semana en una bonita cabaña en una montaña nevada. Está disfrutando mucho de la gastronomía local y a su vez ha hecho una paella para su familia de acogida, que “¡salió muy buena, pero de paella tenía poco”!
Bárbara Dugarte Caraballo llegó a Japón, a primeros de agosto, donde le esperaban un programa muy completo y una familia de acogida con la que ha conectado muy bien, adaptándose estupendamente a las costumbres locales. En seguida participó en un curso muy intensivo de idioma japonés y ahora ya ha empezado el instituto donde le han recibido con un gran ramo de flores y donde todos los alumnos le saludaron con multitudes de "Hola".
Inés Ibáñez Sala ya se encuentra en Illinois (EEUU). Está muy contenta con su familia de acogida y ha empezado las clases en el instituto donde se halla a gusto. Y, muy importante dada su trayectoria deportiva, también ha iniciado sus entrenamientos de atletismo en el centro de alto rendimiento deportivo que se halla cercano a su lugar de residencia y que, según cuenta, es "de cine". Está feliz y le parece “estar viviendo un sueño”.
Darío Cavero Cabrera llegó a Alaska (EEUU) y después de adaptarse al cambio horario y a la temperatura que ya le parece muy fresca a pesar de no haber empezado aún el invierno, empezó el curso en el instituto y ya ha tenido ocasión de pasar un fin de semana al borde de un lago donde ha llegado en avioneta. También se lleva bien con su familia de acogida que le trata muy cariñosamente y le está haciendo probar numerosas muestras de la gastronomía local.
María Ginestar Ivars llegó a Normandía (Francia), hace tres semanas, después de un viaje casi tan largo como el de los compañeros que se fueron a la otra punta del mundo, debido a un retraso de nueve horas en su vuelo a París y el consiguiente desbarajuste del resto del itinerario. Se está adaptando bien a su nuevo entorno y ya empezó su curso académico en el instituto donde profesores y alumnos le han recibido con cariño y donde ya ha hecho varias amistades.
En resumen: los cinco jóvenes de intercambio de nuestra zona han llegado bien a destino y se están adaptando tanto a sus familias de acogida como a sus lugares de estudio. Y, tan importante como lo anterior: están disfrutando y aprendiendo mucho de su nueva experiencia.
Lara Meertens, que había salido a mediados de julio hacia Tasmania (Australia), se ha integrado estupendamente en su instituto y ya ha participado en muchas actividades culturales y recreativas, incluyendo un fin de semana en una bonita cabaña en una montaña nevada. Está disfrutando mucho de la gastronomía local y a su vez ha hecho una paella para su familia de acogida, que “¡salió muy buena, pero de paella tenía poco”!
Bárbara Dugarte Caraballo llegó a Japón, a primeros de agosto, donde le esperaban un programa muy completo y una familia de acogida con la que ha conectado muy bien, adaptándose estupendamente a las costumbres locales. En seguida participó en un curso muy intensivo de idioma japonés y ahora ya ha empezado el instituto donde le han recibido con un gran ramo de flores y donde todos los alumnos le saludaron con multitudes de "Hola".
Inés Ibáñez Sala ya se encuentra en Illinois (EEUU). Está muy contenta con su familia de acogida y ha empezado las clases en el instituto donde se halla a gusto. Y, muy importante dada su trayectoria deportiva, también ha iniciado sus entrenamientos de atletismo en el centro de alto rendimiento deportivo que se halla cercano a su lugar de residencia y que, según cuenta, es "de cine". Está feliz y le parece “estar viviendo un sueño”.
Darío Cavero Cabrera llegó a Alaska (EEUU) y después de adaptarse al cambio horario y a la temperatura que ya le parece muy fresca a pesar de no haber empezado aún el invierno, empezó el curso en el instituto y ya ha tenido ocasión de pasar un fin de semana al borde de un lago donde ha llegado en avioneta. También se lleva bien con su familia de acogida que le trata muy cariñosamente y le está haciendo probar numerosas muestras de la gastronomía local.
María Ginestar Ivars llegó a Normandía (Francia), hace tres semanas, después de un viaje casi tan largo como el de los compañeros que se fueron a la otra punta del mundo, debido a un retraso de nueve horas en su vuelo a París y el consiguiente desbarajuste del resto del itinerario. Se está adaptando bien a su nuevo entorno y ya empezó su curso académico en el instituto donde profesores y alumnos le han recibido con cariño y donde ya ha hecho varias amistades.
En resumen: los cinco jóvenes de intercambio de nuestra zona han llegado bien a destino y se están adaptando tanto a sus familias de acogida como a sus lugares de estudio. Y, tan importante como lo anterior: están disfrutando y aprendiendo mucho de su nueva experiencia.
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