¿Existen Benissa, Calp, Dénia, Teulada-Moraira?
Vamos a ver, tengo un problema; bueno, más que un problema digamos que
un vacío existencial, que hombre, grave grave no es, que peor es el
vacío estomacal, que ese no hay quien lo aguante, pero eso, que tengo un
problema.
El asunto es el siguiente. Hace pocos años, cuando no
había internet (unos 20, no creas que muchos más, que esta locura es de
hace poco tiempo) tú escribías un artículo en un periódico de cualquier
lugar de España (entonces solo había de papel) y al director del diario
le decías: «Mira, cuando puedas, si haces el favor me envías un
ejemplar...»
Entonces, un día misteriosamente te llegaba a casa
uno de Gerona, de Sevilla o de Huelva, lo tocabas, lo hojeabas, veías tu
artículo y terminaban como terminan todos. Al grito de tu mujer de:
«¡¡¡¡ en el suelo hay agua !!!!», y allá iba el curre de no sé cuantos
plumillas en plan fregona, y lo mismo secaba la pagina de Internacional
que la de Pasatiempos, lo digo por si hay dudas.
Pero claro, como
ahora todo es virtual... amigos virtuales, dinero virtual, informes
virtuales, firmas virtuales, y hasta hay una nube que a saber que pasará
cuando descargue... pues aquí está mi problema.
Como los digitales de Benissa, Calp, Dénia y Teulada-Moraira no los puedo tocar, y a su director, Vicente Bolufer,
lo conozco virtualmente por facebook... me pregunto: ¿Benissa, Calp,
Dénia y Teulada-Moraira existen? Y si existen, ¿realmente allí hay
gente y me lee o estoy escribiendo sobre una plantilla haciendo el
gilipollas? Y este Vicente Bolufer existe, es un ser humano o una
foto en face y que cuando escribo quien me responde es un aparato
electrónico que me lleva al huerto con una conversación bien analizada y
estudiada para que no me entere...
Claro, si yo viviera pues en
Benidorm o Gandía, por ejemplo, pues me acercaría ahí y diría: «Joé que
si existen estas ciudades, y bonitas que son y gente amable». Todo esto
es por hacer la pelota, obviamente, porque si digo «poblachos», me dais
una manadas de... de eso y me quedo caliente, que con el frío que hace
en Galicia tampoco me vendría mal, pero bueno.
Pero como vivo a
más de 700 kilómetros... ¿qué hago?, cojo de maleta y me voy a ver si
existe Benissa, Calp, Dénia y Teulada-Moraira... llamo a algún amigo y
que se cerque y me informe, dejo de escribir a ver si alguien me echa de
menos...
No me digas que no es un problema; vamos es un
problemón. Y entonces pensé. «Oye, pues como esto de la tecnología es
así y no hay más remedio que adaptarse, que tal si le pido que me hagan
comentarios o que me manden un wasap al 686 384 855, que es mi teléfono...»
Y
como yo, pues muy normal no soy, porque normal normal no es poner tu
teléfono así en plan a granel «¡¡¡hala, a lo que caiga!!!» pues es lo
que pido: una comunicación de que realmente todo esto es real; que esas
ciudades existen, que el digital existe, que Vicente Bolufer existe
que... vamos, es por curarme, no por otra cosa. No sé, me da que la
espera de los comentarios o de los wasap me va a poner peor.
Vamos a ver, tengo un problema; bueno, más que un problema digamos que
un vacío existencial, que hombre, grave grave no es, que peor es el
vacío estomacal, que ese no hay quien lo aguante, pero eso, que tengo un
problema.
El asunto es el siguiente. Hace pocos años, cuando no
había internet (unos 20, no creas que muchos más, que esta locura es de
hace poco tiempo) tú escribías un artículo en un periódico de cualquier
lugar de España (entonces solo había de papel) y al director del diario
le decías: «Mira, cuando puedas, si haces el favor me envías un
ejemplar...»
Entonces, un día misteriosamente te llegaba a casa
uno de Gerona, de Sevilla o de Huelva, lo tocabas, lo hojeabas, veías tu
artículo y terminaban como terminan todos. Al grito de tu mujer de:
«¡¡¡¡ en el suelo hay agua !!!!», y allá iba el curre de no sé cuantos
plumillas en plan fregona, y lo mismo secaba la pagina de Internacional
que la de Pasatiempos, lo digo por si hay dudas.
Pero claro, como
ahora todo es virtual... amigos virtuales, dinero virtual, informes
virtuales, firmas virtuales, y hasta hay una nube que a saber que pasará
cuando descargue... pues aquí está mi problema.
Como los digitales de Benissa, Calp, Dénia y Teulada-Moraira no los puedo tocar, y a su director, Vicente Bolufer,
lo conozco virtualmente por facebook... me pregunto: ¿Benissa, Calp,
Dénia y Teulada-Moraira existen? Y si existen, ¿realmente allí hay
gente y me lee o estoy escribiendo sobre una plantilla haciendo el
gilipollas? Y este Vicente Bolufer existe, es un ser humano o una
foto en face y que cuando escribo quien me responde es un aparato
electrónico que me lleva al huerto con una conversación bien analizada y
estudiada para que no me entere...
Claro, si yo viviera pues en
Benidorm o Gandía, por ejemplo, pues me acercaría ahí y diría: «Joé que
si existen estas ciudades, y bonitas que son y gente amable». Todo esto
es por hacer la pelota, obviamente, porque si digo «poblachos», me dais
una manadas de... de eso y me quedo caliente, que con el frío que hace
en Galicia tampoco me vendría mal, pero bueno.
Pero como vivo a
más de 700 kilómetros... ¿qué hago?, cojo de maleta y me voy a ver si
existe Benissa, Calp, Dénia y Teulada-Moraira... llamo a algún amigo y
que se cerque y me informe, dejo de escribir a ver si alguien me echa de
menos...
No me digas que no es un problema; vamos es un
problemón. Y entonces pensé. «Oye, pues como esto de la tecnología es
así y no hay más remedio que adaptarse, que tal si le pido que me hagan
comentarios o que me manden un wasap al 686 384 855, que es mi teléfono...»
Y
como yo, pues muy normal no soy, porque normal normal no es poner tu
teléfono así en plan a granel «¡¡¡hala, a lo que caiga!!!» pues es lo
que pido: una comunicación de que realmente todo esto es real; que esas
ciudades existen, que el digital existe, que Vicente Bolufer existe
que... vamos, es por curarme, no por otra cosa. No sé, me da que la
espera de los comentarios o de los wasap me va a poner peor.

























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