Sí hombre sí...
En Navidades echo de menos a Franco
Sinceramente, yo quiero que vuelva Franco, el dictador, sí, quien va a
ser… pero quiero que venga ya, porque esto es un auténtico disloque, un
descontrol, un descerebre, una locura. ¿Qué?; no, que no es por
cuestiones ideológicas, aunque a algunos de toda esta casta de políticos
si los pone a currar en el Valle de los Caídos picando piedra, te lo
juro que me daría un alegrón… yo quiero que venga por otra cosa, por la
compra en Navidades: por la compra en los supermercados.
Esto es
realmente es un cristo. Tú vas a por pan, y la del súper te dice:
«baguette, chapata, pan blanco, pan negro… o brioche o de rosquilla… y
si espera 15 minutitos, que van a ser las doce, se lo lleva recién
sacado del horno porque… » Y lo dice de tal forma, en bajito, pero tan
en bajito, con una media sonrisilla y una mirada en plan cómplice que
hasta piensas: ¿será ilegal? ¿será ahora ilegal comprar pan fresco a las
doce? Y a la vez cavilas, mientras en la cesta solo llevas una lata de
anchoas y unos polvorones: «Pero realmente usted me ve cara de esperar
15 minutillos por un pan… ».
Y vas a comprar una loncha, hasta de
la simple mortadela, y te dicen: «mortadela de qué… porque tenemos con
aceitunas, con anchoas, con nuez moscada, con pimientos… y ahora ha
salido una con avellana y uvas pasas… ». ¡¡¡hombre!!! ¡¡¡deme la que
quiera por dios!!!, ¡¡¡deme la quiera!!!, ¡¡¡pero deme algooooooo!!!.
Y
cuando ya llevas la mortadela de yo que sé, pasas por donde están lo
yogures y te lo juro que te da ganas de decir: «Mire, ¿se puede tocar?
¿estos son yogures o un cuadro de Picasso, es que veo tanto color… ?».
En
la época de Franco esto de la compra era más sencillo. Ibas al súper y
decías «Yogurt»; y la misma palabra lo decía «YO-GURT», joé, y te daban
uno de Larsa, que era el único que había, y natural, ¡¡¡qué sabores ni
leches... !!!; sabores si te los quería imaginar, pero alimentaban
igual.
Y lo mismo con todo. Mortadela… pues la que hay; jamón… el
que hay; turrón,… el que hay. Y tío, eras igual de feliz, la compra
duraba 5 minutos y a seguir, a vivir la vida, que la existencia no es
solo comer y comer.
E igual pasaba con la ropa. Un jersey azul…
pues toma, el que hay; un abrigo… este; un pantalón… aquél. Ahora...
ahora que si pantalón tipo pitillo, que si con tres bolsillos, que sin
con cuatro cremalleras, que si medio gastado que… pena que haya tanto
para el cuerpo y tampoco para el espíritu. Serán cosas de la modernidad…
o de la estupidez. Me da que sí; pero eso, que vuelva Franco y ya,
antes de Fin de Año, a poder ser. Sí, joé, póngame la de nuez moscada,
la que sea , a ver si como algo, ¡¡¡que me muerooooooo!!.
Sinceramente, yo quiero que vuelva Franco, el dictador, sí, quien va a
ser… pero quiero que venga ya, porque esto es un auténtico disloque, un
descontrol, un descerebre, una locura. ¿Qué?; no, que no es por
cuestiones ideológicas, aunque a algunos de toda esta casta de políticos
si los pone a currar en el Valle de los Caídos picando piedra, te lo
juro que me daría un alegrón… yo quiero que venga por otra cosa, por la
compra en Navidades: por la compra en los supermercados.
Esto es
realmente es un cristo. Tú vas a por pan, y la del súper te dice:
«baguette, chapata, pan blanco, pan negro… o brioche o de rosquilla… y
si espera 15 minutitos, que van a ser las doce, se lo lleva recién
sacado del horno porque… » Y lo dice de tal forma, en bajito, pero tan
en bajito, con una media sonrisilla y una mirada en plan cómplice que
hasta piensas: ¿será ilegal? ¿será ahora ilegal comprar pan fresco a las
doce? Y a la vez cavilas, mientras en la cesta solo llevas una lata de
anchoas y unos polvorones: «Pero realmente usted me ve cara de esperar
15 minutillos por un pan… ».
Y vas a comprar una loncha, hasta de
la simple mortadela, y te dicen: «mortadela de qué… porque tenemos con
aceitunas, con anchoas, con nuez moscada, con pimientos… y ahora ha
salido una con avellana y uvas pasas… ». ¡¡¡hombre!!! ¡¡¡deme la que
quiera por dios!!!, ¡¡¡deme la quiera!!!, ¡¡¡pero deme algooooooo!!!.
Y
cuando ya llevas la mortadela de yo que sé, pasas por donde están lo
yogures y te lo juro que te da ganas de decir: «Mire, ¿se puede tocar?
¿estos son yogures o un cuadro de Picasso, es que veo tanto color… ?».
En
la época de Franco esto de la compra era más sencillo. Ibas al súper y
decías «Yogurt»; y la misma palabra lo decía «YO-GURT», joé, y te daban
uno de Larsa, que era el único que había, y natural, ¡¡¡qué sabores ni
leches... !!!; sabores si te los quería imaginar, pero alimentaban
igual.
Y lo mismo con todo. Mortadela… pues la que hay; jamón… el
que hay; turrón,… el que hay. Y tío, eras igual de feliz, la compra
duraba 5 minutos y a seguir, a vivir la vida, que la existencia no es
solo comer y comer.
E igual pasaba con la ropa. Un jersey azul…
pues toma, el que hay; un abrigo… este; un pantalón… aquél. Ahora...
ahora que si pantalón tipo pitillo, que si con tres bolsillos, que sin
con cuatro cremalleras, que si medio gastado que… pena que haya tanto
para el cuerpo y tampoco para el espíritu. Serán cosas de la modernidad…
o de la estupidez. Me da que sí; pero eso, que vuelva Franco y ya,
antes de Fin de Año, a poder ser. Sí, joé, póngame la de nuez moscada,
la que sea , a ver si como algo, ¡¡¡que me muerooooooo!!.

























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