Martes, 14 de Octubre de 2025

Actualizada Lunes, 13 de Octubre de 2025 a las 13:53:11 horas

Jueves, 07 de Noviembre de 2013 Tiempo de lectura:

Reflexiones sobre el cierre de RTVV y las TV autonómicas

El cierre de un medio de comunicación siempre es una mala noticia, sea de la tendencia que sea, ya sea Canal 9 o anteriores como CNN+ o diario Público (yo no me alegro del cierre de un medio como hizo la izquierda con el falso cierre de Intereconomía) porque con ellos se apaga una voz, aunque esa voz no piense como nosotros. El cierre duele más si se trata de un medio que ha crecido con nosotros. RTVV tiene casi mi edad. En la memoria quedan programas de calidad y que nos llegaron a todos, que marcaron una época, como el ‘a guanyar diners’, el Babalà, el Canta Canta, l’Alqueria Blanca o para bien o para mal el Tómbola. También las retransmisiones de partidos de fútbol, de las Fallas y las fiestas populares, o esos informativos cuando llegaba la gota fría a nuestra tierra. Por eso, con el cierre de Canal 9 perdemos como un referente de nuestra memoria. Y como no, lo más duro siempre es pensar en los trabajadores que se van a la calle, en sus familias. Los principales damnificados de cualquier cierre son los trabajadores, y ante eso hay que solidarizarse con todos los que pierden el empleo.
 

Ahora bien, no nos dejemos llevar por lecturas pasionales o simplistas, de lanzar vivas por el cierre o decir que Canal 9 tenía que mantenerse sí o sí costara lo que costara. En primer lugar, creo que Alberto Fabra ha demostrado una enorme valentía al tomar la decisión. Lo fácil hubiera sido tragarse los 1.700 trabajadores tras la anulación del ERE por el TSJCV, gastarse 200 millones al año en televisión y esquivar la guerra tanto de los trabajadores como de la oposición. Pero no hubiera sido lo responsable. Todos sabían, incluida la oposición y los propios sindicatos que denunciaron el ERE, que RTVV estaba abocada al cierre si se tumbaba el ERE. Que una empresa pública no puede asumir ese gasto ni ese personal. Fabra, consciente de la polvareda que iba a levantar, ha tomado la decisión que tocaba, dura, durísima, pero la que tocaba. Y cuanto antes. Pues retrasarla con posibles recursos sólo llevaría a postergar más la agonía. El Consell intentó hacer una RTVV asumible, reduciendo su tamaño y externalizando contenidos. Por eso se hizo el ERE de más de 1.000 personas, no por capricho. Para que RTVV pudiera sobrevivir. Los sindicatos, conscientes de eso, tiraron para delante con su recurso, y ahora no hay ERE para 1.000, sino para 1.700. Ellos lo sabían. No estoy diciendo que la culpa de lo que ha pasado en los últimos 24 años sea de los sindicatos, ni mucho menos, pero sí de la puntilla final que ha llevado al cierre. Mientras ellos brindaban con champán en las puertas de RTVV por la anulación, en ese mismo instante se certificaba el fin del trabajo de sus compañeros de dentro.
 

¿Entonces de quién es la culpa? Primero habrá que ver quién o qué se hizo mal en el ERE, que al prosperar el recurso ha acabado con la nueva ‘Nou’. Y segundo, hay que hacer una profunda reflexión y una catarsis de lo que ha ocurrido en estos 24 años. En el PP, en otras formaciones y en la sociedad en general. Debemos aprender de esto como sociedad para evitarlo en un futuro. Yo, como miembro del PP, no quiero que mi partido lo esquive, quiero que reflexione, que aprenda de lo ocurrido, y si hay que tomar alguna medida contra alguien que ha llevado a RTVV a esta situación, que se tome. Como bien dijo el vicepresidente José Císcar, hace años no nos planteábamos el sobredimensionamiento de RTVV o que se pagaran cosas como los derechos del fútbol. Lo veíamos normal. No el PP, sino toda la sociedad. Ahora las circunstancias han cambiado, y lo que debemos hacer es aprender todos.
 

Lo que no debemos tolerar es lecciones de la izquierda de la Comunitat Valenciana, del PSPV, EU y Compromís, el #tripartitoruina o lo que sean, que en el caso de RTVV, como no iba a ser menos, están demostrando una #DobleMoral superlativa. Esa izquierda que ha vilipendiado hasta límites insospechados a RTVV ahora parece que sean sus seguidores número 1. Esa izquierda que ha pedido en reiteradas ocasiones su cierre, que pitaba a los trabajadores de Canal 9 cuando iban a sus actos (sí, tanto que dicen que respetan a los trabajadores) ahora se rasga las vestiduras. Ahí tenemos al propio Ximo Puig que hace un año dijo que “nadie lloraría si muriese Canal 9” (http://www.abc.es/local-comunidad-valenciana/20131106/abci-pspv-reabrir-rtvv-201311061125.html) o a su diputado Vicent Sarrià que pidió en Cortes “un ERE o lo que haga falta” (http://www.lasprovincias.es/valencia/20091118/politica/pspv-propone-haga-falta-20091118.html) y que luego con toda la desvergüenza se opusieron al ERE necesario para salvar RTVV. Ese mismo PSPV que en época de Jorge Alarte con su ‘matón de prensa’ Josep Moreno pedía una y otra vez acabar con Canal 9 (e incluso este último amenazaba a medios privados), escenificado en la visita del otrora todopoderoso José Blanco exigiendo el cierre de RTVV (http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/23/valencia/1295788855.html), ese mismo es el que ahora promete reabrir la empresa (¿¿??). Esa misma izquierda que se opuso al ERE (cómo se podía salvar Canal 9 sin ERE, que lo expliquen) y que ahora brama y agita contra el cierre, pidiendo que si hace falta desviemos partidas de los Presupuestos (Morera dixit) y sigamos con el chorro de millones, es la que también critica y brama si se ajustan otras partidas ¿Pueden explicar como podemos gastar en RTVV con el dinero tan limitado? ¿De donde sacamos 100 millones? ¿Están dispuestos a recortarlos de otro sitio? ¿A que no? Pues menos fariseísmo y #DobleMoral. Un apunte curioso, otros que se han sumado a la #DobleMoral por Canal 9 son UPyD, los inmaculados, que han lamentado vía comunicado la pérdida de la tele pública cuando su líder Rosa Díez defiende sin ambages su extinción (http://www.elconfidencial.com/espana/2011/10/11/rosa-diez-que-se-cierren-ya-todas-las-televisiones-autonomicas-85689) o el propio Toni Cantó tenía ‘soluciones’ para acabar con RTVV (http://www.lasprovincias.es/v/20120113/politica/toni-canto-cobro-euros-20120113.html).
 

Muy surrealista me está pareciendo la reacción de algunos periodistas (no todos) de RTVV. Entiendo su cabreo y respeto su derecho a la pataleta en estos momentos. Pero una cosa es eso y otra es ver como en 24 horas algunos se han puesto a denunciar irregularidades, conductas reprobables y falta total de ética en el medio, así como a lanzar todo tipo de improperios contra el PP o Fabra. Si todo eso que están denunciando ahora es cierto ¿Por qué no lo hicieron antes si tan grave era? Hay casos de estudio médico de cambio brutal de personalidad: periodistas que han pasado de loar a RTVV a despotricar de la empresa y de Fabra en cuestión de minutos.
 

¿Y que hacemos en el futuro? Hay que partir de que el panorama televisivo ha cambiado mucho en los últimos años. Cuando se creó TVE sólo había una sola televisión, y su servicio público era fundamental. Lo mismo cuando se creó RTVV, la primera que nos acercaba nuestra realidad territorial, nuestra cultura o que hablaba en valenciano. Su labor ha sido fundamental. 24 años después las televisiones autonómicas son el corralito del Gobierno de turno, véase Canal Sur, Telemadrid o TV3, por poner tres ejemplos muy diversos, y su función pública, con multitud de televisiones también de ámbito regional, local o nacional en el espectro, está bastante cubierta. Gastar por tanto en televisión, e incluso presumir de aumentar su presupuesto como han hecho Andalucía o Cataluña, no deja de ser una burla al ciudadano que ve como a él le tienen que ajustar y cuando hay otras prioridades mucho más urgentes. Las televisiones públicas deben, primero, racionalizarse (¿es necesario tener 3 canales cuando con uno sobra?) y luego darles una salida y externalizar contenidos o privatizarlas. Un Gobierno debe priorizar sus gastos.
 

¿Y en la Comunitat Valenciana? Hacer de la necesidad, virtud. Una vez muerta RTVV, no quedarse con el drama. Ahora se puede abrir un gran abanico de posibilidades. Desde fundar en un futuro una nueva televisión pública a coste cero o mínimo, como nuevas iniciativas privadas que cubran ese espacio que deja Canal 9. Muchos se preguntan que dónde verán la ofrenda o la ‘taula esportiva’. Pues es la hora de la iniciativa de ese sector audiovisual que muchos ya consideran difunto con el cierre de RTVV pero que puede tener ahí una posibilidad. Además, funcionan ya televisiones de ámbito regional de carácter privado (TV del Mediterráneo, Levante TV…) que ya ofrecen esos contenidos y que pueden crecer y mejorar ahora. Como he dicho, no es lo mismo la realidad de hace 24 años que la de ahora, y los principios por los que nació Canal 9 pueden ser cubiertos ahora por otras televisiones. No se cercena el derecho a la información (ni la Constitución, como ha llegado a decir EU, ellos que tanto quieren aniquilarla y ahora se acogen a ella) porque vivimos en mundo mediáticamente a años luz del que dejamos en 1988. El tiempo nos dará respuestas a todo.


Enrique Martínez

Vicesecretario NNGGCV

Comentarios
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.19

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.