El viaje de siempre
Y de repente… haces ese viaje al pasado, a ese lugar donde siempre
acudes, ese lugar donde no tiene cabida la sorpresa, la improvisación.
Se trata de un viaje más, promovido por los recuerdos y convirtiéndose
en un lugar de peregrinación emocional, con el objetivo de huir de algo
que anteriormente ya has huido.
Estas tu sol@, visitando aquello
que tantas veces has visto, recordando cada minuto, deambulando por
cada uno de tus recuerdos y prometiéndote que esté será tu último viaje,
siendo verdaderamente una simple y absurda promesa que el rencor no te
deja cumplir.
¿Qué es el rencor?
Se trata de resentimiento
arraigado promovido generalmente por haber recibido una acción
ofensiva que puede perdurar durante un largo tiempo y que reaparece
cuando se recuerda dicha ofensa, llegándose a convertir en un
sentimiento negativo y desadaptativo para el ser humano.
El
rencor aparece cuando no has sido capaz de expresar esa crispación o
rabia en su momento o se expresó a medias. Ese rencor, la única función
que desempeña es la de mantener esa rabia incluso llegando a
incrementarla conforme va pasando el tiempo.
El rencor, como líneas
arriba decía, se trata de un sentimiento negativo que limita nuestros
pensamientos y nos aleja de nuevas oportunidades. Todo aquello que no te
permita crecer, te lleva hacia un camino opuesto a la felicidad.
Muchos
dicen que el remedio para que desaparezca el rencor es el de saber
olvidar y posteriormente saber perdonar. Puede que resulte efectivo
hacer cualquier acción que haga “dispersar” un sentimiento que ya hayas
percibido, pero resulta más fácil eliminar el rencor si verdaderamente
nunca llegas a tenerlo.
Porque la mejor manera de no convivir
con el rencor es afrontar la vida con asertividad, es decir, expresar
aquello que sientes, de una manera oportuna, en el momento que lo
sientes.
Porque si vives con el rencor, morirás con la venganza.
Carolina Vallés Martí
Psicóloga. Máster en trastornos de la conducta alimentaria y trastornos de personalidad
Y de repente… haces ese viaje al pasado, a ese lugar donde siempre
acudes, ese lugar donde no tiene cabida la sorpresa, la improvisación.
Se trata de un viaje más, promovido por los recuerdos y convirtiéndose
en un lugar de peregrinación emocional, con el objetivo de huir de algo
que anteriormente ya has huido.
Estas tu sol@, visitando aquello
que tantas veces has visto, recordando cada minuto, deambulando por
cada uno de tus recuerdos y prometiéndote que esté será tu último viaje,
siendo verdaderamente una simple y absurda promesa que el rencor no te
deja cumplir.
¿Qué es el rencor?
Se trata de resentimiento
arraigado promovido generalmente por haber recibido una acción
ofensiva que puede perdurar durante un largo tiempo y que reaparece
cuando se recuerda dicha ofensa, llegándose a convertir en un
sentimiento negativo y desadaptativo para el ser humano.
El
rencor aparece cuando no has sido capaz de expresar esa crispación o
rabia en su momento o se expresó a medias. Ese rencor, la única función
que desempeña es la de mantener esa rabia incluso llegando a
incrementarla conforme va pasando el tiempo.
El rencor, como líneas
arriba decía, se trata de un sentimiento negativo que limita nuestros
pensamientos y nos aleja de nuevas oportunidades. Todo aquello que no te
permita crecer, te lleva hacia un camino opuesto a la felicidad.
Muchos
dicen que el remedio para que desaparezca el rencor es el de saber
olvidar y posteriormente saber perdonar. Puede que resulte efectivo
hacer cualquier acción que haga “dispersar” un sentimiento que ya hayas
percibido, pero resulta más fácil eliminar el rencor si verdaderamente
nunca llegas a tenerlo.
Porque la mejor manera de no convivir
con el rencor es afrontar la vida con asertividad, es decir, expresar
aquello que sientes, de una manera oportuna, en el momento que lo
sientes.
Porque si vives con el rencor, morirás con la venganza.
Carolina Vallés Martí
Psicóloga. Máster en trastornos de la conducta alimentaria y trastornos de personalidad

























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