Héroes anónimos entre nosotros

Hace algún tiempo, escribía sobre los controladores de la Zona Azul y citaba en aquel escrito que es cierto que en la actualidad hay muchos tipos de trabajo que por sus determinadas características, para la percepción ciudadana en general, este tipo de labores , se convierten en el blanco de sus críticas.

Pero, reflexionemos. ¿Cuántos turistas o visitantes de nuestro municipio, no han requerido de sus servicios para plantearles todo tipo de información o aquello que han necesitado? Cosa que por otro lado no entra en la función de su tarea encomendada.

Pero dejemos las deliberaciones a un lado y pasemos al tema que deseo detallar. Este pasado viernes, sucedía un hecho desgraciado en el núcleo urbano de Moraira y fue el incidente acaecido a  un visitante extranjero, que fallecía tras sufrir un ataque al corazón.

Detrás  de este suceso hay otra historia que les quiero contar y es la siguiente:

Pepa es controladora de la Zona Azul y además es también miembro voluntario de la Cruz Roja. Ella fue testigo del incidente.

No se lo pensó dos veces cuando vio a esta persona desplomarse y puso en práctica sus conocimientos sanitarios utilizando una maniobra de urgencia conocida como R.C.P. (Respiración Cardio Pulmonar). Desgraciadamente poco se podía hacer. El hombre finalmente fallecería.

Aún así, los familiares agradecían el gesto a esta trabajadora de la Zona Azul.  Por otro lado, Pepa, agachaba la cabeza y se marchaba, con la impotencia y la rabia contenida de no haber podido hacer más, pero al menos le quedaba el consuelo de haber hecho todo lo posible por intentar salvar una vida.

La próxima vez que vean a controlador de la Zona Azul, piense por un instante que desconocemos todo acerca de estos trabajadores y que por qué no, un día nos pueden salvar la vida.

Este  gesto, de una trabajadora ejemplar como es Pepa, tan solo merece nuestro más sincero elogio  y felicitación. Héroes anónimos, ciudadanos ejemplares.