se ha puesto de moda decir: “me aportas mucho”, “no me aportas nada”
No se ha hecho la miel para la boca del burro
Es sabido que para poder apreciar algo hay que haber cultivado antes esa
aptitud. No disfruta lo mismo un cuadro alguien que tenga nociones de
arte que otro que jamás se haya interesado por él.
La mejor obra
de arte que se puede encontrar es el ser humano. Obviamente, para poder
apreciarlo, hay que haberse interesado antes por este asunto, no por
conocerlo como persona, sino como obra de arte. Es muy difícil llegar a
conocer a alguien, puesto que cuando alguien, acuciado por las
circunstancias, hace algo que se sale de lo común, por lo heroico, o
desprendido, es el primero en sorprenderse de su acto. De modo que esa
capacidad ajena hay que adivinarla, si se puede. En el caso propio, hay
que desearla.
Son muchos los que repiten eso de que el ser humano
es un fin en sí mismo y no un medio. Y, sin embargo, se ha puesto de
moda decir: “me aportas mucho”, “no me aportas nada”, demostrando de
este modo que consideran al otro como un medio. Ese comportamiento es
propio de patanes, aunque a menudo lo llevan a cabo personas muy
ilustradas.
Es muy difícil valorar a alguien. Ahora todo el mundo
dice que Einstein fue un genio, pero en su momento algunos de sus
profesores lo catalogaron como torpe o muy torpe; incluso familiares
suyos pensaban así. Conocí a un sacristán al que se menospreciaba en su
entorno laboral; fue capaz, en contra de lo que aconsejaba la prudencia,
de armarse con una silla y acometer a un atracador más joven y más
fuerte, que iba armado con una descomunal navaja. Con buen criterio,
optó por irse, porque el asesinato no le proporcionaba nada.
Hay
personas a las que se les nota que tienden a la mezquindad, o sea, ellas
mismas renuncian a su posible grandeza. Quizá sean éstas las que tienen
más costumbre de tratar al prójimo según la “utilidad” que se espera de
él. Viene a ser lo mismo que dar la misma importancia al aroma de un
buen vino que a la ventosidad de un jumento.
Es sabido que para poder apreciar algo hay que haber cultivado antes esa
aptitud. No disfruta lo mismo un cuadro alguien que tenga nociones de
arte que otro que jamás se haya interesado por él.
La mejor obra
de arte que se puede encontrar es el ser humano. Obviamente, para poder
apreciarlo, hay que haberse interesado antes por este asunto, no por
conocerlo como persona, sino como obra de arte. Es muy difícil llegar a
conocer a alguien, puesto que cuando alguien, acuciado por las
circunstancias, hace algo que se sale de lo común, por lo heroico, o
desprendido, es el primero en sorprenderse de su acto. De modo que esa
capacidad ajena hay que adivinarla, si se puede. En el caso propio, hay
que desearla.
Son muchos los que repiten eso de que el ser humano
es un fin en sí mismo y no un medio. Y, sin embargo, se ha puesto de
moda decir: “me aportas mucho”, “no me aportas nada”, demostrando de
este modo que consideran al otro como un medio. Ese comportamiento es
propio de patanes, aunque a menudo lo llevan a cabo personas muy
ilustradas.
Es muy difícil valorar a alguien. Ahora todo el mundo
dice que Einstein fue un genio, pero en su momento algunos de sus
profesores lo catalogaron como torpe o muy torpe; incluso familiares
suyos pensaban así. Conocí a un sacristán al que se menospreciaba en su
entorno laboral; fue capaz, en contra de lo que aconsejaba la prudencia,
de armarse con una silla y acometer a un atracador más joven y más
fuerte, que iba armado con una descomunal navaja. Con buen criterio,
optó por irse, porque el asesinato no le proporcionaba nada.
Hay
personas a las que se les nota que tienden a la mezquindad, o sea, ellas
mismas renuncian a su posible grandeza. Quizá sean éstas las que tienen
más costumbre de tratar al prójimo según la “utilidad” que se espera de
él. Viene a ser lo mismo que dar la misma importancia al aroma de un
buen vino que a la ventosidad de un jumento.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.165