Sobre el trazado de un camino en la partida de Churra

Opinión ciudadana de Juan García Moll

Incomprensible.

Ni en el Boletín de Información Municipal (BIM). Ni en prensa escrita ni digital. Ni en radio. Ni en NINGUNO de los abundantes canales de propaganda del Ayuntamiento de Teulada ha sido publicado. Se han cuidado de no hacerlo.

Pero existe una iniciativa en el Ayuntamiento para que un particular cambie, en su exclusivo beneficio, el trazado de un camino de toda la vida en partida Churra.

Se trata, en definitiva, de privatizar un tramo de camino público y sustituir su actual trazado -el de toda la vida- por otro alternativo al objeto de posibilitar a un residente unir y agregar los terrenos que adquirió y que están separados físicamente por el referido camino público.

Lo que se pretende es, pues, favorecer de manera especialísima a un determinado ciudadano y concederle tal gracia en su exclusivo beneficio, alterando el trazado del camino, lo cual nada tiene que ver con el interés público municipal.

Es de señalar que ese tramo del camino de Churra que se pretende privatizar  fue cortado y desviado, por la vía del hecho consumado, hace una semanas, por el propietario de los terrenos, siendo retiradas las tierras que lo bloqueaban ante las quejas recibidas.

Pero,  incomprensiblemente, esa acción, a todas luces denunciable y sancionable, se “premia” a continuación con el decreto del alcalde ordenando iniciar el procedimiento para su  privatización definitiva.

Resulta evidente que no existen razones de seguridad vial, ni paisajísticas, ni geográficas ni ambientales ni nada de todo eso. Ninguna razón de interés público o general que justifique la alteración del trazado del camino público.

La única razón es, obviamente, beneficiar a un solo propietario.Y cuando toda la maquinaria de la administración municipal se pone en marcha para beneficiar a un solo ciudadano en su propio interés.....estamos retrocediendo en el tiempo, favoreciendo posicionamientos claramente caciquiles y resulta pertinente preguntarse: ¿quién será el abogado que le lleva los asuntos a este ciudadano?

Pues eso: incomprensible.

      
Juan García Moll