Llora como valenciano lo que no has sabido defender como catalán

El título respondería a un análisis superficial en torno a lo acaecido con la CAM, que ha pasado a estar en manos del Sabadell, el Banco de Valencia, den poder de CaixaBank y Bancaja, desaparecida.

Los catalanes, tan aparentemente cohesionados, saben sacar ventaja de las situaciones complicadas. Sin embargo, no cabe olvidar que el patriotismo se nutre del odio contra un enemigo. Y propicia que alguien se pueda envolver con la bandera para disimular sus trapacerías. Personalmente, prefiero la actitud valenciana, menos patriótica, más libre.

Dicen que CaixaBank acaba con 112 años de historia del Banco de Valencia. No es cierto. CaixaBank ha aprovechado su oportunidad y lo hace ante las narices del gobierno valenciano, que cada vez que abre la boca en este asunto hace el ridículo.

El sistema político que los “demócratas” de toda la vida nos “regalaron” a los españoles ha propiciado una serie de disparates en todo el territorio español de imposible justificación, aunque los responsables intentan vendernos la moto. Son inasequibles al desaliento.

En lo que respecta a la Comunidad Valenciana ha propiciado que un grupo de señoritos se encarame a lo más alto de la cucaña y que una vez allí no deje nada sano. “Han puesto a Valencia en el mapa” y a los valencianos sin sistema financiero, con un deterioro grande en la Sanidad, sin ilusión, y con mucho miedo.

El desastre es total y el caos mucho mayor. En su día, Rita Barberá pidió a los empresarios valencianos que estuvieran “al lado” del Banco de Valencia, cuando los empresarios valencianos han sido muy perjudicados por la desaparición de este banco. ¿Qué culpa tienen ellos? ¿Qué es eso de estar al lado? Y Císcar pide “sensibilidad” a CaixaBank. ¿Se habrá creído que los dueños de ese banco son poetas en trance? Lo que ha de hacer Císcar es reconocer su impotencia, la de todo su gobierno, ante la situación creada por sus antecesores.