las personas necesitamos poder conocer y sentir emociones contrarias
Menos puede ser más
Una mala noticia, una mala racha, una enfermedad, un fallecimiento,
cuando las circunstancias son más dolorosas que alegres, e incluso no
haber logrado aquello que nos habíamos marcado nos hace sentirnos
tristes.
¿Pero que es la tristeza?
Es una emoción
común, internacional y adaptativa. Expresada en las obras de arte con
colores oscuros, en la música con melodías pausadas y asociada en muchas
ocasiones a una expresión tan natural y poco social como es el llanto.
Asociada
al dolor, a la pena y a los problemas, la tristeza es una emoción
básica que se produce en respuesta a sucesos que son considerados como
no placenteros y que denotan melancolía y desanimo.
Generalmente
pensamos que estar tristes ocasionalmente –y recalco lo de
ocasionalmente- es algo negativo para nosotros, de hecho este
pensamiento reside en que las personas sobrevaloramos la felicidad. Si,
le damos más valor que el que realmente podría tener.
¿Pero, qué
ocurriría si no existiese la tristeza? Pues sí, que siempre estaríamos
contentos, alegres y felices, pero en ese momento no existiría la
felicidad como tal, sino una emoción permanente. Sería estar siempre
feliz y no anhelaríamos la felicidad ni lucharíamos por conseguirla. En
realidad, no tendría mérito ser feliz.
Y es que ocurriría lo
mismo con la noche si no existiese el día, o lo grande si no existiese
lo pequeño. Es decir, las personas necesitamos poder conocer y sentir
emociones contrarias para poder elegir con cuál de ellas nos quedamos.
Porque si estoy triste, sé que puedo luchar para estar feliz.
En realidad, la tristeza es una parte del maravilloso mundo de la felicidad
Carolina Vallés Martí
Psicóloga. Máster en trastornos de la conducta alimentaria y trastornos de personalidad
Una mala noticia, una mala racha, una enfermedad, un fallecimiento,
cuando las circunstancias son más dolorosas que alegres, e incluso no
haber logrado aquello que nos habíamos marcado nos hace sentirnos
tristes.
¿Pero que es la tristeza?
Es una emoción
común, internacional y adaptativa. Expresada en las obras de arte con
colores oscuros, en la música con melodías pausadas y asociada en muchas
ocasiones a una expresión tan natural y poco social como es el llanto.
Asociada
al dolor, a la pena y a los problemas, la tristeza es una emoción
básica que se produce en respuesta a sucesos que son considerados como
no placenteros y que denotan melancolía y desanimo.
Generalmente
pensamos que estar tristes ocasionalmente –y recalco lo de
ocasionalmente- es algo negativo para nosotros, de hecho este
pensamiento reside en que las personas sobrevaloramos la felicidad. Si,
le damos más valor que el que realmente podría tener.
¿Pero, qué
ocurriría si no existiese la tristeza? Pues sí, que siempre estaríamos
contentos, alegres y felices, pero en ese momento no existiría la
felicidad como tal, sino una emoción permanente. Sería estar siempre
feliz y no anhelaríamos la felicidad ni lucharíamos por conseguirla. En
realidad, no tendría mérito ser feliz.
Y es que ocurriría lo
mismo con la noche si no existiese el día, o lo grande si no existiese
lo pequeño. Es decir, las personas necesitamos poder conocer y sentir
emociones contrarias para poder elegir con cuál de ellas nos quedamos.
Porque si estoy triste, sé que puedo luchar para estar feliz.
En realidad, la tristeza es una parte del maravilloso mundo de la felicidad
Carolina Vallés Martí
Psicóloga. Máster en trastornos de la conducta alimentaria y trastornos de personalidad
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