¿Cómo afecta un desahucio al ser humano?
Cuando el sufrimiento me roba la vida
El pasado viernes, 9 de noviembre en Barakaldo tenía lugar el segundo suicidio en tan sólo
15 días. Las primeras dos víctimas de los desahucios.
Debido a la situación económica en la que se encuentra nuestro país,
diariamente hay 520 desahucios. 520 familias que pierden su hogar por el impago
de ésta.
¿Cómo puede afectar un
desahucio al ser humano?
Las personas tenemos un sentimiento
de pertenencia el cual sentimos cuando tenemos la necesidad de formar parte de un conjunto social
y también un sentimiento de seguridad,
un instinto innato el cual entendemos como un sentimiento de protección frente a carencias y peligros externos que afecten negativamente la calidad de vida. Ambos
sentimientos se ven reflejados en el momento en
que una familia es desahuciada de su hogar.
Cuando se recibe las primeras
notificaciones que informan sobre la inminente pérdida del hogar, la mente
tiene una primera fase de negación, en la cual intenta de un modo adaptativo
negar la realidad, disfrazarla y ocultar la situación.
Posteriormente, debido a las
insistentes presiones a las cuales están sometidos los afectados, tanto por
parte de la entidad bancaria como del sistema judicial, la persona empieza a
ser consciente de la situación real y a desencadenar emociones negativas, tales
como la tristeza, impotencia, ansiedad, estrés e incluso estados depresivos. Y
es que los afectados en el desahucio se enfrentan a una derrota tras otra.
El/la cabeza de familia siente
que es él o la culpable de todo. Siente un fracaso personal, el cual le hace
pensar que ha perdido todo lo que tenía. Dicho sentimiento de culpabilidad se
agrava notablemente si la familia tiene hijos, ya que el no poder ofrecer y
garantizar a sus primogénitos un hogar, para los padres puede suponer un
fracaso imperdonable.
Así que en esos casos, ante una
situación económica desfavorable es importante buscar ayuda, no sólo referida a
los aspectos financieros, sino también pedir ayuda psicológica para poder
afrontar los problemas.
Ya que, intentando hacer una
lectura positiva (si es que la hay) a ésta crisis económica que estamos
sufriendo, tenemos que ser capaces de afrontar mejor los cambios que nos ofrece
la vida, porque nada es eterno, así que para eso hay que mimar nuestra mente y
dejarse ayudar, con el fin de disminuir nuestro sufrimiento y dejar aflorar
nuestra parte hedonista capaz de ofrecernos felicidad y alegría aún en el peor
de los momentos.
Porque puede que la felicidad no
pague las facturas, pero…. ¿Lo hace la ira o la tristeza?
Carolina Vallés Martí
Psicóloga. Máster en trastornos
de la conducta alimentaria y trastornos de personalidad
El pasado viernes, 9 de noviembre en Barakaldo tenía lugar el segundo suicidio en tan sólo
15 días. Las primeras dos víctimas de los desahucios.
Debido a la situación económica en la que se encuentra nuestro país,
diariamente hay 520 desahucios. 520 familias que pierden su hogar por el impago
de ésta.
¿Cómo puede afectar un
desahucio al ser humano?
Las personas tenemos un sentimiento de pertenencia el cual sentimos cuando tenemos la necesidad de formar parte de un conjunto social y también un sentimiento de seguridad, un instinto innato el cual entendemos como un sentimiento de protección frente a carencias y peligros externos que afecten negativamente la calidad de vida. Ambos sentimientos se ven reflejados en el momento en que una familia es desahuciada de su hogar.
Cuando se recibe las primeras notificaciones que informan sobre la inminente pérdida del hogar, la mente tiene una primera fase de negación, en la cual intenta de un modo adaptativo negar la realidad, disfrazarla y ocultar la situación.
Posteriormente, debido a las insistentes presiones a las cuales están sometidos los afectados, tanto por parte de la entidad bancaria como del sistema judicial, la persona empieza a ser consciente de la situación real y a desencadenar emociones negativas, tales como la tristeza, impotencia, ansiedad, estrés e incluso estados depresivos. Y es que los afectados en el desahucio se enfrentan a una derrota tras otra.
El/la cabeza de familia siente que es él o la culpable de todo. Siente un fracaso personal, el cual le hace pensar que ha perdido todo lo que tenía. Dicho sentimiento de culpabilidad se agrava notablemente si la familia tiene hijos, ya que el no poder ofrecer y garantizar a sus primogénitos un hogar, para los padres puede suponer un fracaso imperdonable.
Así que en esos casos, ante una
situación económica desfavorable es importante buscar ayuda, no sólo referida a
los aspectos financieros, sino también pedir ayuda psicológica para poder
afrontar los problemas.
Ya que, intentando hacer una lectura positiva (si es que la hay) a ésta crisis económica que estamos sufriendo, tenemos que ser capaces de afrontar mejor los cambios que nos ofrece la vida, porque nada es eterno, así que para eso hay que mimar nuestra mente y dejarse ayudar, con el fin de disminuir nuestro sufrimiento y dejar aflorar nuestra parte hedonista capaz de ofrecernos felicidad y alegría aún en el peor de los momentos.
Porque puede que la felicidad no pague las facturas, pero…. ¿Lo hace la ira o la tristeza?
Carolina Vallés Martí
Psicóloga. Máster en trastornos de la conducta alimentaria y trastornos de personalidad

























Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.21