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Miércoles, 10 de Octubre de 2012 Tiempo de lectura:
No hay un espectáculo más bello que la grandeza ajena

Ver crecer la hierba

[Img #11699]Ignoro si hay algún punto de referencia sobre el particular en la vida humana. Pero sí que me parece indudable que cuando se gana algo se pierde otra cosa por otro lado.


Por ejemplo, cuando se gana en sabiduría, se pierde en ignorancia. Lo que se gana en bondad, se pierde en maldad. Quien aumenta su altruismo disminuye su egoísmo. Por ese camino da la impresión de que siempre conviene ganar, puesto que lo se pierde se desea perder. Pero no siempre ocurre así.


Cuando lo que se gana es dinero, lo que se pierde es sensibilidad (quizá más cosas). Tener dinero de sobra y saber que hay gente que pasa hambre y no hacer nada para evitar esto último requiere dureza de corazón. Es necesario el dinero para vivir, cómodamente si es posible, pero a partir de cierto punto, cuando se tiene mucho más de lo necesario habría que empezar a pensar en lo que se pierde por tener tanto. Una ventaja que tiene el pobre es que cuando se ve rodeado de amigos sabe que lo quieren.


No en todas las cosas conviene ganar. Quien gana en envidia, pierde calidad humana. Aunque lo cierto es que nadie reconoce que tenga envidia. Quizá este sentimiento viva en el inconsciente de muchas de las personas que lo tienen. Las formas de enmascararlo van desde mirar por encima del hombro a la persona envidiada hasta fijarse únicamente en sus defectos, ciertos o atribuidos.


Ganar soberbia tampoco es muy recomendable puesto que este sentimiento tiene el inconveniente en que reduce el ángulo de visión, de modo que la persona soberbia está incapacitada para reconocer sus propios errores y corregirlos. La persona soberbia está condenada a sufrir toda la vida el mismo mal.


Hay dos virtudes que no sé si serán las mejores, pero son muy convenientes. La humildad permite verlo todo sin sufrir daño. No hay un espectáculo más bello que la grandeza ajena. Resulta reconfortante además. La otra virtud es la paciencia, que permite captar más detalles que si no se tiene. Las dos juntas, la humildad y la paciencia, permiten ver la vida, eso que eufemísticamente se dice ver crecer la hierba.
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