No digo, no oigo, no veo
Los tres monos
Muchos de ustedes conocerán las tres famosas figuras de los tres monos. El primero se tapa
la boca con sus manos, el segundo los
oídos y el último finalmente se cubre los ojos. La posición de los monitos no
alterara el mensaje de: No digo, no oigo, no veo.
A veces -más de las que yo quisiera- uno se siente en la tesitura de mantener esa curiosa filosofía,
porque finalmente la balanza se decanta a favor de no meterse en más
problemas de los que ya la vida te va
poniendo día a día.
Esto viene a cuento por las temeridades que algunos de nuestros dirigentes locales
tienen a bien -al suyo claro- tomar sin contar con nadie más que con la
aprobación de una especie de
"fieles" que asienten con la cabeza a todo lo que el "jefe"
dice... y después pasa lo que pasa.
Tomar decisiones con dinero público no es una posición cómoda
para nadie, estoy seguro de ello y más cuando todo lo que uno hace se mira con
lupa.
Pero tomar decisiones a sabiendas de que la gran mayoría de
los ciudadanos, esto es más del 80%, están en contra de proyectos que no van a
ningún lugar, salvo al gasto incontrolado de los dineros públicos es sin duda
un acto de suicidio político.
Pero ¿quién le pone el collar al gato? ¿Quién de estos
"fieles" es capaz de decir abierta y públicamente que están equivocados ?
Mi situación al frente de un medio de comunicación local, me
obliga a mantenerme al margen de tendencias políticas y mantener una
neutralidad absoluta para con todos los partidos. Pero al mismo tiempo me hago
una reflexión. ¿Esto me obliga a callarme cuando veo que las cosas se están
haciendo mal? ¿Esto me obliga a "no oír" nada, cuando continuamente
estoy escuchando las quejas de los ciudadanos y empresarios locales? ¿Esto me
obliga a no ver nada cuando puedo interpretar con los datos que manejo que se está dilapidando los dineros públicos
de manera absurda?
Como decía, mantener la filosofía de los tres monos, sin duda es cómodo
para mantener una paz y armonía en la vida, en el día a día y como dije
anteriormente a decantar la balanza para
no meterme en más problemas de lo que ya la vida te va poniendo día a día.
¿Hasta cuándo?
Muchos de ustedes conocerán las tres famosas figuras de los tres monos. El primero se tapa la boca con sus manos, el segundo los oídos y el último finalmente se cubre los ojos. La posición de los monitos no alterara el mensaje de: No digo, no oigo, no veo.
A veces -más de las que yo quisiera- uno se siente en la tesitura de mantener esa curiosa filosofía, porque finalmente la balanza se decanta a favor de no meterse en más problemas de los que ya la vida te va poniendo día a día.
Esto viene a cuento por las temeridades que algunos de nuestros dirigentes locales
tienen a bien -al suyo claro- tomar sin contar con nadie más que con la
aprobación de una especie de
"fieles" que asienten con la cabeza a todo lo que el "jefe"
dice... y después pasa lo que pasa.
Tomar decisiones con dinero público no es una posición cómoda
para nadie, estoy seguro de ello y más cuando todo lo que uno hace se mira con
lupa.
Pero tomar decisiones a sabiendas de que la gran mayoría de
los ciudadanos, esto es más del 80%, están en contra de proyectos que no van a
ningún lugar, salvo al gasto incontrolado de los dineros públicos es sin duda
un acto de suicidio político.
Pero ¿quién le pone el collar al gato? ¿Quién de estos "fieles" es capaz de decir abierta y públicamente que están equivocados ?
Mi situación al frente de un medio de comunicación local, me obliga a mantenerme al margen de tendencias políticas y mantener una neutralidad absoluta para con todos los partidos. Pero al mismo tiempo me hago una reflexión. ¿Esto me obliga a callarme cuando veo que las cosas se están haciendo mal? ¿Esto me obliga a "no oír" nada, cuando continuamente estoy escuchando las quejas de los ciudadanos y empresarios locales? ¿Esto me obliga a no ver nada cuando puedo interpretar con los datos que manejo que se está dilapidando los dineros públicos de manera absurda?
Como decía, mantener la filosofía de los tres monos, sin duda es cómodo para mantener una paz y armonía en la vida, en el día a día y como dije anteriormente a decantar la balanza para no meterme en más problemas de lo que ya la vida te va poniendo día a día.
¿Hasta cuándo?

























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