Mis reflexiones
¿Qué pretende el Papa?
Cada vez que recuerdo que el Papa excomulgó a un sacerdote amigo mío por
homosexual y luego veo a sujetos como Uriarte o Setién, esos
monseñores, me pregunto que qué es lo que pretende.![[Img #9572]](upload/img/periodico/img_9572.jpg)
Esos dos no tienen ningún atisbo de caridad cristiana. En El País de ayer, el citado Uriarte, pedía una paz “sin vencedores ni vencidos”, refiriéndose a la Eta y a sus víctimas. Y el Papa lo consiente. Habría que explicarle al Papa que hay un libro titulado Mal consentido, en cuya contratapa figura el siguiente texto: “Ante
los males sociales o daños públicos, lo habitual es limitar sus
dimensiones al mal que se comete y al que se padece. El agresor y su
víctima, no hay otros protagonistas. ¿Hará falta tachar esa mirada,
además de simplista, de interesada? Así lo cree Aurelio Arteta al
ofrecer estas reflexiones que tienen a la sociedad vasca contemporánea
como su primera inspiración. A diferencia de los males de naturaleza
privada, los públicos no sólo los causan unos pocos y los sufren
bastantes, sino que requieren a muchos más que los consientan. Estos son
quienes colaboran en aquellos daños mediante su abstención, adquiera
ésta la forma de silencio, disimulo o cualquier otra. En realidad, es el
modo más abundante de comparecer el mal. Pues cabe esperar que no
seamos agentes directos del sufrimiento injusto y más probable resulta
que nos toque figurar como sus pacientes. Pero lo seguro es que nos
contemos a menudo entre sus espectadores. Y entonces no podrá esquivarse
la cuestión de si nuestro conformismo e indiferencia ante los daños que
contemplamos nos convierte asimismo en sus cómplices. “Pero no
debería conformarse el Papa con obligar a esos prelados a que lean el
texto entrecomillado que precede, sino que sería conveniente que leyeran
todo el libro. Si pueden.
Punto de vista
Cada vez que recuerdo que el Papa excomulgó a un sacerdote amigo mío por
homosexual y luego veo a sujetos como Uriarte o Setién, esos
monseñores, me pregunto que qué es lo que pretende.![[Img #9572]](upload/img/periodico/img_9572.jpg)
Esos dos no tienen ningún atisbo de caridad cristiana. En El País de ayer, el citado Uriarte, pedía una paz “sin vencedores ni vencidos”, refiriéndose a la Eta y a sus víctimas. Y el Papa lo consiente. Habría que explicarle al Papa que hay un libro titulado Mal consentido, en cuya contratapa figura el siguiente texto: “Ante
los males sociales o daños públicos, lo habitual es limitar sus
dimensiones al mal que se comete y al que se padece. El agresor y su
víctima, no hay otros protagonistas. ¿Hará falta tachar esa mirada,
además de simplista, de interesada? Así lo cree Aurelio Arteta al
ofrecer estas reflexiones que tienen a la sociedad vasca contemporánea
como su primera inspiración. A diferencia de los males de naturaleza
privada, los públicos no sólo los causan unos pocos y los sufren
bastantes, sino que requieren a muchos más que los consientan. Estos son
quienes colaboran en aquellos daños mediante su abstención, adquiera
ésta la forma de silencio, disimulo o cualquier otra. En realidad, es el
modo más abundante de comparecer el mal. Pues cabe esperar que no
seamos agentes directos del sufrimiento injusto y más probable resulta
que nos toque figurar como sus pacientes. Pero lo seguro es que nos
contemos a menudo entre sus espectadores. Y entonces no podrá esquivarse
la cuestión de si nuestro conformismo e indiferencia ante los daños que
contemplamos nos convierte asimismo en sus cómplices. “Pero no
debería conformarse el Papa con obligar a esos prelados a que lean el
texto entrecomillado que precede, sino que sería conveniente que leyeran
todo el libro. Si pueden.
Punto de vista

























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