El Festival Curts de Moscatell acoge una clase magistral de Fernando Cayo sobre interpretación y vida
El actor Fernando Cayo conversa con Morgan Blasco durante la sesión matinal del Festival Curts de Moscatell en el Auditori Teulada Moraira.
El actor vallisoletano Fernando Cayo, uno de los intérpretes más reconocidos de la escena española y rostro de producciones como La casa de papel, ha ofrecido hoy en el Auditori Teulada Moraira una intensa masterclass en el marco del Festival Curts de Moscatell. El encuentro, moderado por el actor Morgan Blasco, se ha convertido en una charla profunda sobre la interpretación, la formación, la creación artística y la vida misma, en la que Cayo ha compartido anécdotas de su trayectoria, reflexiones sobre el oficio y consejos para las nuevas generaciones de actores y creadores audiovisuales.
Cayo ha iniciado su intervención relatando cómo su vocación nació en la infancia, jugando solo en casa y montando espectáculos en el colegio. «Interpretar es un juego, pero también una forma de conectar con la vida: usamos las herramientas cotidianas —voz, cuerpo, emociones, imaginación— y al estudiarlas en profundidad, aprendemos a disfrutar más de la vida y comprender mejor el mundo en el que vivimos», ha explicado.
Ha recordado cómo, tras un intento frustrado de estudiar Derecho, decidió ingresar en la Escuela de Arte Dramático de Valladolid, donde descubrió la importancia de la formación reglada. Posteriormente, continuó en Italia en la Escuela Internacional de Comedia del Arte de Antonio Fava, donde aprendió una visión más libre y creativa del teatro: «Allí descubrí que podía crear con mis propias herramientas, trabajar desde la improvisación y entender que el teatro es un espacio de encuentro con el público, igual que lo fue para los cómicos de la comedia del arte».
Uno de los ejes de la masterclass ha sido la formación permanente. Cayo ha insistido en que el actor nunca deja de aprender: «Siempre sigo tomando clases, trabajando con coach específicos según lo que me toque interpretar. El aprendizaje no se detiene nunca y es aplicable tanto a la vida profesional como a la personal».
El actor ha defendido la diversificación como estrategia de supervivencia en la profesión. «Nunca pongas todos los huevos en la misma cesta; hay que dar clase, presentar eventos, producir proyectos propios… todo forma parte de un mismo camino creativo», ha subrayado. En este sentido, ha hablado de su experiencia en el teatro, el cine, la televisión, la música y la ficción sonora para Radio Nacional, destacando cómo cada disciplina enriquece a la otra.
Uno de los apartados más seguidos por el público ha sido su explicación sobre la metodología para construir un personaje. Según Cayo, el trabajo se basa en «capas que se van sumando: primero el cuerpo, luego la voz, la gestualidad, las emociones, la historia, hasta que todo se convierte en un ser humano creíble».
![[Img #43504]](https://teuladamorairadigital.es/upload/images/08_2025/7447_el-auditori-teulada-moraira-fue-escenario-de-la-charla-del-festival-curts-de-moscatell-con-fernando-cayo-y-morgan-blasco-como-protagonistas.jpg)
Para ello, emplea murales de referencias plásticas y musicales, en los que combina imágenes, frases y texturas que le inspiran en cada proyecto. «Cada personaje nace de un collage de influencias: desde fotos históricas hasta películas, música o incluso dibujos animados. Eso me permite tener un mapa emocional y estético claro», ha señalado.
Cayo ha puesto como ejemplo su personaje del coronel Tamayo en La casa de papel, donde combinó referencias militares, imágenes de cine clásico y un trabajo corporal específico para reflejar autoridad y tensión. También ha explicado cómo se enfrentó a personajes de época, gestionando elementos como el vestuario o los objetos de utilería: «Firmar un cheque con pluma, quitarse los guantes o sostener un bastón forma parte del personaje, y hay que ensayarlo con detalle».
Preguntado por la diferencia entre trabajar en teatro, cine, series o cortometrajes, el actor ha sido tajante: «La diferencia fundamental está en el tiempo. En el teatro puedes explorar más; en el cine tienes semanas; en los cortos, apenas días. Por eso la precisión y los ensayos son esenciales».
En referencia al estreno en primicia del cortometraje Leonardo, Cayo ha destacado la labor de sus directores Meka Ribera y Álvaro G. Company, así como la importancia de ajustar el texto en ensayos para lograr naturalidad: «Aunque un guion esté muy bien escrito, siempre hay que adaptarlo a la voz del personaje». Y ha situado el corto dentro del universo de Black Mirror, al abordar los dilemas tecnológicos desde un enfoque cercano a la realidad actual.
Uno de los momentos más inspiradores de la masterclass ha llegado cuando Cayo ha explicado cómo utiliza herramientas del análisis de personajes en su propia vida. Ha hablado de la escala de valores, un ejercicio que aplica tanto a sus personajes como a sí mismo: «Si un personaje prioriza la familia sobre el trabajo, eso determina sus decisiones; en la vida real, cuando hacemos nuestro propio análisis, descubrimos qué es lo que realmente nos importa en cada momento».
![[Img #43506]](https://teuladamorairadigital.es/upload/images/08_2025/4102_una-camara-recoge-cada-detalle-de-la-charla-entre-fernando-cayo-y-morgan-blasco-durante-el-festival-curts-de-moscatell-en-el-auditori-teulada-moraira.jpg)
Con este enfoque, ha defendido la interpretación no solo como un oficio artístico, sino como una vía de autoconocimiento y crecimiento personal: «Analizar un personaje es como desarrollar cualquier proyecto vital. Se trata de organizar prioridades, trabajar en capas y dedicar energía a lo que de verdad importa».
El actor ha cerrado su intervención con un agradecimiento al público del festival y un mensaje claro: «Los festivales de cortos son espacios de encuentro fundamentales. Nos permiten descubrir nuevos talentos, compartir herramientas y comprobar que el nivel del audiovisual español está hoy más alto que nunca».
Ha destacado que el cortometraje, antes considerado un terreno amateur, es ahora un espacio profesional de gran calidad técnica y artística, y que de ahí están saliendo las próximas generaciones de cineastas que marcarán la industria.
La masterclass de Fernando Cayo, conducida con complicidad por Morgan Blasco, ha mostrado un recorrido vital y profesional en el que se ha hablado de juego, formación, disciplina, creatividad, resiliencia y pasión por contar historias. El público del Auditori Teulada Moraira ha salido con la sensación de haber asistido a un encuentro único, donde la interpretación se entendió como arte y como forma de vida.

El actor vallisoletano Fernando Cayo, uno de los intérpretes más reconocidos de la escena española y rostro de producciones como La casa de papel, ha ofrecido hoy en el Auditori Teulada Moraira una intensa masterclass en el marco del Festival Curts de Moscatell. El encuentro, moderado por el actor Morgan Blasco, se ha convertido en una charla profunda sobre la interpretación, la formación, la creación artística y la vida misma, en la que Cayo ha compartido anécdotas de su trayectoria, reflexiones sobre el oficio y consejos para las nuevas generaciones de actores y creadores audiovisuales.
Cayo ha iniciado su intervención relatando cómo su vocación nació en la infancia, jugando solo en casa y montando espectáculos en el colegio. «Interpretar es un juego, pero también una forma de conectar con la vida: usamos las herramientas cotidianas —voz, cuerpo, emociones, imaginación— y al estudiarlas en profundidad, aprendemos a disfrutar más de la vida y comprender mejor el mundo en el que vivimos», ha explicado.
Ha recordado cómo, tras un intento frustrado de estudiar Derecho, decidió ingresar en la Escuela de Arte Dramático de Valladolid, donde descubrió la importancia de la formación reglada. Posteriormente, continuó en Italia en la Escuela Internacional de Comedia del Arte de Antonio Fava, donde aprendió una visión más libre y creativa del teatro: «Allí descubrí que podía crear con mis propias herramientas, trabajar desde la improvisación y entender que el teatro es un espacio de encuentro con el público, igual que lo fue para los cómicos de la comedia del arte».
Uno de los ejes de la masterclass ha sido la formación permanente. Cayo ha insistido en que el actor nunca deja de aprender: «Siempre sigo tomando clases, trabajando con coach específicos según lo que me toque interpretar. El aprendizaje no se detiene nunca y es aplicable tanto a la vida profesional como a la personal».
El actor ha defendido la diversificación como estrategia de supervivencia en la profesión. «Nunca pongas todos los huevos en la misma cesta; hay que dar clase, presentar eventos, producir proyectos propios… todo forma parte de un mismo camino creativo», ha subrayado. En este sentido, ha hablado de su experiencia en el teatro, el cine, la televisión, la música y la ficción sonora para Radio Nacional, destacando cómo cada disciplina enriquece a la otra.
Uno de los apartados más seguidos por el público ha sido su explicación sobre la metodología para construir un personaje. Según Cayo, el trabajo se basa en «capas que se van sumando: primero el cuerpo, luego la voz, la gestualidad, las emociones, la historia, hasta que todo se convierte en un ser humano creíble».
Para ello, emplea murales de referencias plásticas y musicales, en los que combina imágenes, frases y texturas que le inspiran en cada proyecto. «Cada personaje nace de un collage de influencias: desde fotos históricas hasta películas, música o incluso dibujos animados. Eso me permite tener un mapa emocional y estético claro», ha señalado.
Cayo ha puesto como ejemplo su personaje del coronel Tamayo en La casa de papel, donde combinó referencias militares, imágenes de cine clásico y un trabajo corporal específico para reflejar autoridad y tensión. También ha explicado cómo se enfrentó a personajes de época, gestionando elementos como el vestuario o los objetos de utilería: «Firmar un cheque con pluma, quitarse los guantes o sostener un bastón forma parte del personaje, y hay que ensayarlo con detalle».
Preguntado por la diferencia entre trabajar en teatro, cine, series o cortometrajes, el actor ha sido tajante: «La diferencia fundamental está en el tiempo. En el teatro puedes explorar más; en el cine tienes semanas; en los cortos, apenas días. Por eso la precisión y los ensayos son esenciales».
En referencia al estreno en primicia del cortometraje Leonardo, Cayo ha destacado la labor de sus directores Meka Ribera y Álvaro G. Company, así como la importancia de ajustar el texto en ensayos para lograr naturalidad: «Aunque un guion esté muy bien escrito, siempre hay que adaptarlo a la voz del personaje». Y ha situado el corto dentro del universo de Black Mirror, al abordar los dilemas tecnológicos desde un enfoque cercano a la realidad actual.
Uno de los momentos más inspiradores de la masterclass ha llegado cuando Cayo ha explicado cómo utiliza herramientas del análisis de personajes en su propia vida. Ha hablado de la escala de valores, un ejercicio que aplica tanto a sus personajes como a sí mismo: «Si un personaje prioriza la familia sobre el trabajo, eso determina sus decisiones; en la vida real, cuando hacemos nuestro propio análisis, descubrimos qué es lo que realmente nos importa en cada momento».
Con este enfoque, ha defendido la interpretación no solo como un oficio artístico, sino como una vía de autoconocimiento y crecimiento personal: «Analizar un personaje es como desarrollar cualquier proyecto vital. Se trata de organizar prioridades, trabajar en capas y dedicar energía a lo que de verdad importa».
El actor ha cerrado su intervención con un agradecimiento al público del festival y un mensaje claro: «Los festivales de cortos son espacios de encuentro fundamentales. Nos permiten descubrir nuevos talentos, compartir herramientas y comprobar que el nivel del audiovisual español está hoy más alto que nunca».
Ha destacado que el cortometraje, antes considerado un terreno amateur, es ahora un espacio profesional de gran calidad técnica y artística, y que de ahí están saliendo las próximas generaciones de cineastas que marcarán la industria.
La masterclass de Fernando Cayo, conducida con complicidad por Morgan Blasco, ha mostrado un recorrido vital y profesional en el que se ha hablado de juego, formación, disciplina, creatividad, resiliencia y pasión por contar historias. El público del Auditori Teulada Moraira ha salido con la sensación de haber asistido a un encuentro único, donde la interpretación se entendió como arte y como forma de vida.
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