Aquí hay tomate ¡pero vamos!
Autoría imagen: Diseñada por Freepik
El sueldo de un camarero acaba en manos de un fondo buitre.
Los tomates ya no saben a tomate.
Los políticos juegan al escapismo.
El agua ya no es potable.
Nos han robado las naranjas.
Nos dirigen descerebrados.
Los guiris nos compran las casas.
Los españoles ya no nos podemos comprar una casa.
El móvil escucha todo lo que decimos.
La panacea de la IA nos roba los trabajos.
Aquí hay tomate, merengue, salami y todo lo que se pueda comer nos tragamos. Porque así somos los españoles. Una amiga italiana, que está aprendiendo español, dice que sólo pensamos en comida cuando hablamos. ¿Os habíais fijado que la mayoría de nuestras frases hechas giran en torno a la comida?
A los políticos les diríamos: “Id a freír espárragos”
A los políticos malversadores: “Sois unos chorizos”
A nuestro día a día: “Esto es pan comido”
A Puigdemont si quiere volver: “Ve pisando huevos”
A los sinvergüenzas: “Estáis hasta en la sopa”
A los progres venidos a más: “Me importa un pepino”
A Europa: “No nos la deis con queso”
A todos los españoles que estamos de vacaciones: “Vamos a poner toda la carne en el asador”
A todos los españoles estemos donde estemos: “Sois unos melones”
Al ministro de transportes: “Al pan, pan y al vino, vino”.
A mi marido: “Estás como un queso”
Porque si hay un país donde nos tomemos todo a guasa, es sin duda éste.
Porque si hay un país donde “nos importe un bledo” lo que pasa, es sin duda éste.
Pues eso queridos lectores, con el humor que nos caracteriza cerraremos con un “Aquí hay tomate ¡pero vamos!”
© KOKO
Autoría imagen: Diseñada por FreepikEl sueldo de un camarero acaba en manos de un fondo buitre.
Los tomates ya no saben a tomate.
Los políticos juegan al escapismo.
El agua ya no es potable.
Nos han robado las naranjas.
Nos dirigen descerebrados.
Los guiris nos compran las casas.
Los españoles ya no nos podemos comprar una casa.
El móvil escucha todo lo que decimos.
La panacea de la IA nos roba los trabajos.
Aquí hay tomate, merengue, salami y todo lo que se pueda comer nos tragamos. Porque así somos los españoles. Una amiga italiana, que está aprendiendo español, dice que sólo pensamos en comida cuando hablamos. ¿Os habíais fijado que la mayoría de nuestras frases hechas giran en torno a la comida?
A los políticos les diríamos: “Id a freír espárragos”
A los políticos malversadores: “Sois unos chorizos”
A nuestro día a día: “Esto es pan comido”
A Puigdemont si quiere volver: “Ve pisando huevos”
A los sinvergüenzas: “Estáis hasta en la sopa”
A los progres venidos a más: “Me importa un pepino”
A Europa: “No nos la deis con queso”
A todos los españoles que estamos de vacaciones: “Vamos a poner toda la carne en el asador”
A todos los españoles estemos donde estemos: “Sois unos melones”
Al ministro de transportes: “Al pan, pan y al vino, vino”.
A mi marido: “Estás como un queso”
Porque si hay un país donde nos tomemos todo a guasa, es sin duda éste.
Porque si hay un país donde “nos importe un bledo” lo que pasa, es sin duda éste.
Pues eso queridos lectores, con el humor que nos caracteriza cerraremos con un “Aquí hay tomate ¡pero vamos!”
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