Quinto día del reto Teulada-Grecia en moto: Una travesía fascinante hacia Dubrovnik
En el quinto día de su emocionante viaje, José Ferrer y su hijo Joel se despertaron temprano y se prepararon para continuar su aventura. Después de recoger el apartamento en el que se habían alojado, encontraron una panadería cercana que ofrecía irresistibles dulces. Compraron algo para desayunar y, tras despedirse de los amigos australianos, subieron a su motocicleta y emprendieron el camino hacia Dubrovnik, en Croacia.
![[Img #39038]](https://teuladamorairadigital.es/upload/images/07_2023/9903_jose-y-joel-con-sus-nuevos-amigos-australianos.jpg)
Iniciaron su ruta por el interior, rodeados de exuberante vegetación que destacaba por su intenso verde. Luego, decidieron modificar su ruta para acercarse a las cautivadoras costas adriáticas de Croacia. Las islas vírgenes de considerable tamaño que se encontraban frente a ellos albergaban una flora densa que creaba un ambiente natural, donde la vegetación y lo humano se entrelazaban armoniosamente. Para agregar variedad a su experiencia, decidieron adentrarse en Bosnia y Herzegovina, pasando por Neum y explorando un poco del país. En ese momento, se les solicitó mostrar sus pasaportes, ya que Bosnia y Herzegovina no forma parte de la Unión Europea.
Después de esta breve incursión, regresaron para cruzar el puente Peljeski Most y adentrarse en una pequeña península que resultó ser un impresionante parque natural. Mientras se acercaban a Dubrovnik, a tan solo 5 km de distancia, detuvieron su trayecto para buscar un lugar donde pasar la noche. Les indicaron un pequeño apartamento en una casa particular, que resultó ser cómodo, económico y con vistas impresionantes. Descendieron a una pizzería cercana para cenar antes de regresar al apartamento. Como dato curioso, notaron que en esta zona la gente vive con las puertas de sus casas abiertas, reflejando una atmósfera de confianza y seguridad.
Para el próximo día, su plan es partir temprano hacia Tirana, la capital de Albania, pasando por Montenegro. Aunque recorrerán menos kilómetros, alrededor de 400 km, estiman que el viaje tomará unas 7 horas.
En resumen, el quinto día del viaje estuvo lleno de emocionantes momentos. José y Joel disfrutaron de paisajes impresionantes en su camino hacia Dubrovnik, exploraron brevemente Bosnia y Herzegovina, y encontraron un acogedor apartamento con vistas al mar donde pasar la noche. Su travesía continúa mañana hacia Tirana, mientras continúan acumulando experiencias y recuerdos inolvidables en su viaje por Europa.

En el quinto día de su emocionante viaje, José Ferrer y su hijo Joel se despertaron temprano y se prepararon para continuar su aventura. Después de recoger el apartamento en el que se habían alojado, encontraron una panadería cercana que ofrecía irresistibles dulces. Compraron algo para desayunar y, tras despedirse de los amigos australianos, subieron a su motocicleta y emprendieron el camino hacia Dubrovnik, en Croacia.
Iniciaron su ruta por el interior, rodeados de exuberante vegetación que destacaba por su intenso verde. Luego, decidieron modificar su ruta para acercarse a las cautivadoras costas adriáticas de Croacia. Las islas vírgenes de considerable tamaño que se encontraban frente a ellos albergaban una flora densa que creaba un ambiente natural, donde la vegetación y lo humano se entrelazaban armoniosamente. Para agregar variedad a su experiencia, decidieron adentrarse en Bosnia y Herzegovina, pasando por Neum y explorando un poco del país. En ese momento, se les solicitó mostrar sus pasaportes, ya que Bosnia y Herzegovina no forma parte de la Unión Europea.
Después de esta breve incursión, regresaron para cruzar el puente Peljeski Most y adentrarse en una pequeña península que resultó ser un impresionante parque natural. Mientras se acercaban a Dubrovnik, a tan solo 5 km de distancia, detuvieron su trayecto para buscar un lugar donde pasar la noche. Les indicaron un pequeño apartamento en una casa particular, que resultó ser cómodo, económico y con vistas impresionantes. Descendieron a una pizzería cercana para cenar antes de regresar al apartamento. Como dato curioso, notaron que en esta zona la gente vive con las puertas de sus casas abiertas, reflejando una atmósfera de confianza y seguridad.
Para el próximo día, su plan es partir temprano hacia Tirana, la capital de Albania, pasando por Montenegro. Aunque recorrerán menos kilómetros, alrededor de 400 km, estiman que el viaje tomará unas 7 horas.
En resumen, el quinto día del viaje estuvo lleno de emocionantes momentos. José y Joel disfrutaron de paisajes impresionantes en su camino hacia Dubrovnik, exploraron brevemente Bosnia y Herzegovina, y encontraron un acogedor apartamento con vistas al mar donde pasar la noche. Su travesía continúa mañana hacia Tirana, mientras continúan acumulando experiencias y recuerdos inolvidables en su viaje por Europa.
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