Segundo día del reto Teulada-Grecia en moto: 700 kilómetros y tres países visitados

El desafío de José Ferrer y su hijo Joel continúa en su travesía en moto desde Teulada hasta Grecia. En el segundo día de viaje, cubrieron una impresionante distancia de 700 kilómetros, atravesando tres países: Francia, Mónaco e Italia.

Iniciando el recorrido en la Junquera así comienza la segunda jornada del viaje: "Salimos temprano, levantándonos a las 6:30 de la mañana. Desayunamos rápidamente y nos pusimos en marcha hacia la frontera de la Junquera en Francia. Nuestro objetivo inicial era llegar a Niza y permanecer dentro de Francia, pero íbamos a buen ritmo a pesar del viento y el intenso calor. El tráfico de camiones era abundante, pero logramos mantener un buen ritmo. Después de recorrer unos cuatrocientos kilómetros, decidimos hacer una parada para almorzar", relata José.

"Desde allí, continuamos nuestro viaje hacia Niza. Como llegamos temprano, decidimos aprovechar la tarde para visitar Mónaco. Aunque el tráfico era caótico, el lugar era espectacular. Admiramos numerosos autos de lujo y yates, lo cual refleja el alto nivel de vida en Mónaco. Realizamos un breve recorrido por la zona de la Fórmula Uno, deteniéndonos frente al Automóvil Club de Mónaco, donde se encuentran los boxes. Condujimos por el famoso túnel y pasamos por el casino", comparte emocionado José.

Sin embargo, su aventura se vio momentáneamente afectada por un problema de conexión a Internet. "Por alguna razón, no podíamos conectarnos. Pedimos ayuda a varias personas para encontrar la salida de Mónaco, ya que el tráfico era intenso y era fácil perderse sin un GPS", explica José.

Recordando un lugar encantador en Italia llamado Imperia, al que habían visitado el año pasado, decidieron dirigirse hacia allí. Sin embargo, la suerte no estuvo de su lado al encontrar un hotel. "El hotel resultó ser un poco descuidado y nos sentimos incómodos, pero era lo único disponible. Lo peor de todo es que no había un garaje seguro para resguardar la moto, lo cual nos preocupaba", confiesa José.

En resumen, en el segundo día del viaje, partieron a las 7 de la mañana y llegaron a Imperia alrededor de las 7:30 de la tarde, habiendo recorrido más de 700 kilómetros y atravesado tres países. A pesar del desafío de más kilómetros, calor y viento en comparación con el día anterior, José y Joel se sienten cansados, pero bien.

"Mañana tenemos previsto llegar un poco al norte de Venecia, con alrededor de quinientos cincuenta kilómetros por recorrer. Sin embargo, esperamos una conducción más desafiante, ya que los italianos tienen un estilo de conducción diferente. Aunque estamos cansados, hemos superado nuestros propios límites y estamos listos para enfrentar los desafíos que nos esperan", concluye José con determinación.

Esta es la infatigable compañera de viaje de nuestros protagonistas: Una BMW R 1250

La travesía de padre e hijo continúa, llevándolos cada vez más lejos de su punto de partida en Teulada hacia el anhelado destino en Grecia. A medida que avanzan en su aventura en moto, los desafíos y las emociones se entrelazan, fortaleciendo el vínculo entre José y Joel.

El paisaje cambia a su alrededor, mostrando la diversidad y belleza de los países que atraviesan. Desde las majestuosas montañas hasta las pintorescas costas mediterráneas, cada kilómetro recorrido les brinda nuevas vistas y sensaciones. La emoción de explorar territorios desconocidos se mezcla con la satisfacción de superar los límites personales.

Este viaje en moto no solo se trata de llegar a un destino, sino de abrazar el viaje en sí mismo. Cada giro en la carretera representa una oportunidad para descubrir nuevas facetas de sí mismos y del mundo que los rodea. En cada encuentro con personas locales, en cada parada improvisada, se despierta una conexión especial con la esencia de cada lugar.

A medida que se adentran en la tercera jornada de su travesía, José y Joel se preparan para enfrentar nuevos desafíos y abrazar más momentos de asombro y felicidad. Saben que este viaje no solo quedará marcado en sus memorias, sino que también dejará una huella imborrable en sus corazones.

En su camino hacia Grecia, los sueños se entrelazan con la realidad, y el espíritu de aventura y amor entre un padre y su hijo se eleva a nuevas alturas. Con cada revolución del motor, se fortalece su determinación de vivir plenamente y crear recuerdos invaluables que atesorarán para siempre.

Continuará...