Un doble arcoíris pinta una maravilloso espectáculo sobre el cielo de Teulada Moraira
Así como el doble arcoíris que se dibuja en nuestro cielo después de la lluvia, esperanza y belleza emergen en nuestras vidas después de los tiempos difíciles.
Siempre se dice que después de la tormenta viene la calma, pero hoy, la Madre Naturaleza nos ha brindado una dosis adicional de esperanza y belleza. A medida que el cielo tormentoso cedió paso a la quietud, fue testigo de un espectáculo poco común: un doble arcoíris.
Este fenómeno sorprendente se manifestó brillantemente sobre el cielo de Teulada Moraira, extendiéndose esa extraordinaria imagen en muchos de los municipios de la Marina Alta como es el caso de Xàbia desde donde también pudo ser visto.
![[Img #38884]](https://teuladamorairadigital.es/upload/images/06_2023/3726_doble-arcoiris-2.jpg)
El arcoíris principal se proyectaba en una gama de colores vívidos, en tanto que su secundario, un poco más tenue y de colores invertidos, le hacía eco, creando un panorama simplemente inolvidable.
![[Img #38885]](https://teuladamorairadigital.es/upload/images/06_2023/5798_2v9a64892.jpg)
La maravillosa dualidad de estos arcoíris nos ha recordado que, incluso en tiempos de tormentas, siempre hay una promesa de algo hermoso que nos espera. Es un simbólico recordatorio del poder de la naturaleza, que aún en su furia, puede regalarnos estos deslumbrantes momentos de belleza pura.

Siempre se dice que después de la tormenta viene la calma, pero hoy, la Madre Naturaleza nos ha brindado una dosis adicional de esperanza y belleza. A medida que el cielo tormentoso cedió paso a la quietud, fue testigo de un espectáculo poco común: un doble arcoíris.
Este fenómeno sorprendente se manifestó brillantemente sobre el cielo de Teulada Moraira, extendiéndose esa extraordinaria imagen en muchos de los municipios de la Marina Alta como es el caso de Xàbia desde donde también pudo ser visto.
El arcoíris principal se proyectaba en una gama de colores vívidos, en tanto que su secundario, un poco más tenue y de colores invertidos, le hacía eco, creando un panorama simplemente inolvidable.
La maravillosa dualidad de estos arcoíris nos ha recordado que, incluso en tiempos de tormentas, siempre hay una promesa de algo hermoso que nos espera. Es un simbólico recordatorio del poder de la naturaleza, que aún en su furia, puede regalarnos estos deslumbrantes momentos de belleza pura.
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