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Teulada Moraira Digital
Jueves, 01 de Diciembre de 2022 Tiempo de lectura:

¿Desmontando argumentos?

Artículo de opinión política por Héctor Morales Puigcerver, concejal del equipo de gobierno en Teulada Moraira

Héctor Morales concejal en el Ayuntamiento de Teulada MorairaHéctor Morales concejal en el Ayuntamiento de Teulada Moraira

Organizar actos y mítines para criticar la gestión del Equipo de Gobierno está muy bien. Esa es, entre otras, la obligación de quienes están en la oposición. Es algo que hay que hacer por elemental higiene democrática.

 

Cosa distinta es cuando quienes ejercen la legitimidad democrática de la crítica política estuvieron casi dos años gobernando el Ayuntamiento en esta misma Legislatura… y cuyo “modelo de gestión” se centró en dos premisas fundamentales:

 

1.    Incapacidad total para resolver ni uno solo de los problemas que se encontraron.
2.    Eliminar de la escena política local a sus socios de gobierno del PSOE que les habían dado la alcaldía y todo lo demás en virtud de un acuerdo de gobernabilidad firmado ante Notario que Compromís vulneró de forma sistemática desde el comienzo de la Legislatura y que culminó con la expulsión del equipo de gobierno de sus socios del PSOE que le habían dado todo el poder (sin ninguna gloria, por cierto)ese poder del que tan lejos había quedado Compromís en las urnas: solo obtuvo cuatro de diecisiete concejales. Ese poder que, en ningún momento, fue capaz Compromís de revestir de una cierta autoridad moral.

 

La crítica a la deficiente gestión municipal, que puedo compartir, está muy bien. Lo reitero. Pero no es menos cierto que en un caso tan “peculiar” como el acontecido en nuestro municipio en esta legislatura en que, tras conseguir entre todos articular una mayoría y desalojar del poder a quienes tantas décadas habían estado gobernando el Ayuntamiento, tal vez sería bueno, sería “saludable” que Compromís por Teulada Moraira pusiera fin a sus ataques de cretinismo político y realizara la autocrítica que todos estamos esperando. Solo así sería posible, quizá, que se les reconociera un mínimo de credibilidad.

 

Cuando surge una situación de conflicto la responsabilidad y la culpa no suele recaer íntegramente sobre una de las partes. Lo admito. Pero es lo cierto que determinadas decisiones que tuvieron trascendencia y consecuencias muy serias solo las pudo tomar quien legalmente estaba facultado para hacerlo. Solamente el alcalde/alcaldesa puede otorgar y retirar las delegaciones a los concejales y tiene la potestad de apartarlos del equipo de gobierno.

 

Y eso fue exactamente lo que hizo Compromís sin pensar ni sopesar ninguna consecuencia. Tras la expulsión, carente de la más elemental lógica política, pasó lo que pasó. ¿A quién se le ocurre expulsar a socios de gobierno que le habían dado la alcaldía que, ni de lejos, había ganado en las urnas?

 

Eso no se le ocurre a nadie. A nadie excepto a Compromís por Teulada y Moraira, cuyo proceder no dejó ni el mínimo espacio a la más elemental ética política. Fue, simplemente, una aberración. Como también lo es culpar a todos los demás de todos los problemas. Mientras no entendamos esto con claridad y asumamos las consecuencias y las responsabilidades que se derivan de nuestras actuaciones, no habremos entendido nada de esta aciaga legislatura 2019-2023 en la que la moción de censura solo fue el epílogo de la “trama argumental” fraguada por Compromís desde el minuto uno que consistió en incumplir reiteradamente el pacto de gobierno retirándole delegaciones al grupo socialista y culminando con su expulsión.

 

No debería ser tan difícil entender y asumir que los gobiernos de coalición son muy complicados porque aglutinan sensibilidades políticas diferentes. Pero nadie expulsa a nadie salvo por cuestiones sobrevenidas que tengan que ver con la Justicia, porque si se expulsa a los socios de gobierno de forma unilateral, concluye la legislatura y hay que ir a elecciones generales o autonómicas. O a la moción de censura si se trata de ayuntamientos.

 

No entender tampoco esto, tan simple, equivale a “liarse la manta a la cabeza” y hacer dejación de las más elementales responsabilidades ante la ciudadanía.

 

Por eso reitero: críticas al equipo de gobierno, sí. Culebrones, no.

 

Y, por supuesto, hay que hablar. Hay que hacer un análisis crítico de la gestión municipal. Y no solo de los 21 meses del gobierno del P.P.


 
 Héctor Morales Puigcerver

Concejal en el equipo de gobierno del Ayuntamieto de Teulada Moraira

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