Elías Llopis, 25 años ejerciendo la peluquería en Moraira: ““Mi futuro es ser feliz y hacer felices a los demás”
Peluquería IMATGE en Moraira
Moraira cuenta desde hace 25 años con uno de los más grandes estilistas de la comarca. Natural de Parcent, Elías Llopis Rodríguez (49 años) comenzó ejerciendo su labor profesional en la antigua peluquería Juan y Fina, hasta que, a principios de siglo, traslada su salón y este queda ubicado en los bajos del edificio Benidorm. La peluquería pasa a llamarse desde entonces IMATGE.
![[Img #35984]](https://teuladamorairadigital.es/upload/images/10_2022/9838_elias-llopis-rodriguez-imatge-moraira.jpg)
Elías y su equipo, siempre reciben a los clientes con una sonrisa, algo que él, considera fundamental y suele señalar a este respecto -bromeando o no- que, en ocasiones, se siente como un “psicólogo”. Y no es para menos, han sido muchas las confidencias: emociones, alegrías, penas, amor y desamor…Y es que la confianza no se da, se gana y este peluquero de toda la vida, ha sabido ganarse un sitio en el corazón de las personas. No en vano señala que, su clientela es “especial” remarcando la gran fidelidad de la gran mayoría de “amigos más que clientes” que acuden desde hace muchos años a IMATGE.
![[Img #35986]](https://teuladamorairadigital.es/upload/images/10_2022/284_peluquero-elias-llopis-rodriguez-imatge-moraira.jpg)
El amor a su trabajo se resume en una sola frase: “si volviera a nacer elegiría de nuevo esta profesión” añadiendo que, su futuro es “ser feliz y hacer felices a los demás”. Poco más se puede añadir a esta bonita declaración de intenciones.

Moraira cuenta desde hace 25 años con uno de los más grandes estilistas de la comarca. Natural de Parcent, Elías Llopis Rodríguez (49 años) comenzó ejerciendo su labor profesional en la antigua peluquería Juan y Fina, hasta que, a principios de siglo, traslada su salón y este queda ubicado en los bajos del edificio Benidorm. La peluquería pasa a llamarse desde entonces IMATGE.
Elías y su equipo, siempre reciben a los clientes con una sonrisa, algo que él, considera fundamental y suele señalar a este respecto -bromeando o no- que, en ocasiones, se siente como un “psicólogo”. Y no es para menos, han sido muchas las confidencias: emociones, alegrías, penas, amor y desamor…Y es que la confianza no se da, se gana y este peluquero de toda la vida, ha sabido ganarse un sitio en el corazón de las personas. No en vano señala que, su clientela es “especial” remarcando la gran fidelidad de la gran mayoría de “amigos más que clientes” que acuden desde hace muchos años a IMATGE.
El amor a su trabajo se resume en una sola frase: “si volviera a nacer elegiría de nuevo esta profesión” añadiendo que, su futuro es “ser feliz y hacer felices a los demás”. Poco más se puede añadir a esta bonita declaración de intenciones.
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