Gigantes de Sal, un cara a cara entre el bronce y la sangre
El jueves 15 de septiembre a las 20 horas en la explanada del Castillo de Moraira, el bailarín Fred Herrera y el saxofonista Javier Valero, presentarán un “cara a cara entre el bronce y la sangre”, una alegoría a la esperanza a través de esa misteriosa danza denominada butoh, que cohesionará baile, música y escultura
La escultura monumental ‘Gigante de Sal’ de Coderch y Malavia, ha sido un revulsivo cultural para Teulada Moraira. Desde que se instalara en su actual ubicación, han sido miles las imágenes que se han podido visualizar en las redes sociales donde esta increíble pieza que, representa una oda a la fortaleza humana, protagoniza un momento mágico del paso de los viajeros que nos visitan.
Este acierto en el ámbito cultural apuesta ahora por un espectáculo único. De la mano de dos prestigiosos artistas internacionales: Fred Herrera y Javier Valerio, el municipio acogerá este próximo jueves, un estreno mundial: una representación que bajo la nomenclatura de “Gigantes de Sal” nos adentrará en un “cara a cara entre el bronce y la sangre”.
En una entrevista en exclusiva para Teulada Moraira digital, ambos artistas ofrecen una particular visión de su obra en la que, si bien hay una importante parte de improvisación, existe una trama por la que discurre una historia que, en el caso de Fred Herrera, tiene reminiscencias personales recogidas en un espectáculo llevado a cabo en el año 2013 llamado también Gigante de Sal, una obra que se mantuvo durante dos años en Costa Rica, esto es hasta el 2015. A partir de esa fecha, Herrera abandona la danza para dedicarse a la dirección del Teatro Nacional de Costa Rica y la enseñanza en el medio universitario. “Dejé completamente la danza y me oxidé profundamente”, reflexiona el bailarín.
Algunos años más tarde, en 2019, el bailarín es conocedor de que los artistas Coderch y Malavia están llevando a cabo una escultura monumental inspirada en su espectáculo de danza butoh, ese misterioso baile japonés, que se remonta a los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, que refleja la resiliencia y fortaleza del ser humano para renacer tras grandes catástrofes como la bomba de Hiroshima. La escultura que representaba un gesto del bailarín se denominaría “Gigante de Sal”. Así pues, el encuentro de la escultura de bronce, como forma por excelencia de la permanencia por un lado y la danza como movimiento efímero por otro lado, entraron de este modo en contacto.
La música a través del saxofón de Javier Valerio se introduce en este proyecto en el momento en el que, Herrera, recibe la distinción honorífica de la «Ordre des Arts et des Lettres». En 2018 le es asignada por el Ministerio de Cultura de Francia la medalla «Officier des Arts et des Lettres». Durante el evento oficial en la embajada de Costa Rica, tras recibir la distinción, “Fred, que es un discípulo del mimo Marcel Marceau me pide hacer un espectáculo”. Tras el acto honorífico, el bailarín se quita sus zapatos para dar comienzo su actuación. “Yo le acompaño con mi saxofón, musicalizando lo que él va haciendo”. Tras ese instante, las vidas artísticas de ambos se unen. Coinciden en un gran número de proyectos como por ejemplo “La Perla”, una propuesta escénica que se estrenó en 2019 en Costa Rica tras una gran gira por ciudades de Europa y Asia. Pero llega la pandemia y entre otros, paraliza también el proyecto de los “Gigantes de Sal”
Encuentro entre los dos gigantes de sal
Coexisten dos “Gigantes de Sal” el primero en forma de espectáculo en la danza butoh, de la mano del bailarín costarricense, Fred Herrera, el segundo en forma de escultura de la mano de los artistas Coderch y Malavia. Tras más de dos años de espera, esta semana, el proyecto que se engendró en 2019 verá la luz. Los gigantes tendrán un encuentro “cara a cara entre el bronce y la sangre en un intercambio cultural multidisciplinario”.
El saxofonista, Javier Valerio, detalla que la música que se podrá disfrutar durante el espectáculo, compuesta por él, se transformará en “una serie de sonidos y frecuencias envolventes que describirán el peso y la fuerza de un gigante con notas que describen la influencia de la música japonesa que a la par es el complemento de lo que está pasando en la obra”. Así pues, su personaje guiará al público a través de una trama y establecerá un primer contacto con el gigante azul de frío bronce. Fruto de esa “amistad” el gigante relatará una historia y durante la narración entrará el gigante dinámico, rojo…de sangre. Pero no podemos contar más ya que será el público, el que descubra y disfrute de este espectáculo que se estrena este jueves día 15 de septiembre a las 20 horas en la explanada del Castillo de Moraira en una cita ineludible para los amantes de la cultura y el arte.

La escultura monumental ‘Gigante de Sal’ de Coderch y Malavia, ha sido un revulsivo cultural para Teulada Moraira. Desde que se instalara en su actual ubicación, han sido miles las imágenes que se han podido visualizar en las redes sociales donde esta increíble pieza que, representa una oda a la fortaleza humana, protagoniza un momento mágico del paso de los viajeros que nos visitan.
Este acierto en el ámbito cultural apuesta ahora por un espectáculo único. De la mano de dos prestigiosos artistas internacionales: Fred Herrera y Javier Valerio, el municipio acogerá este próximo jueves, un estreno mundial: una representación que bajo la nomenclatura de “Gigantes de Sal” nos adentrará en un “cara a cara entre el bronce y la sangre”.
En una entrevista en exclusiva para Teulada Moraira digital, ambos artistas ofrecen una particular visión de su obra en la que, si bien hay una importante parte de improvisación, existe una trama por la que discurre una historia que, en el caso de Fred Herrera, tiene reminiscencias personales recogidas en un espectáculo llevado a cabo en el año 2013 llamado también Gigante de Sal, una obra que se mantuvo durante dos años en Costa Rica, esto es hasta el 2015. A partir de esa fecha, Herrera abandona la danza para dedicarse a la dirección del Teatro Nacional de Costa Rica y la enseñanza en el medio universitario. “Dejé completamente la danza y me oxidé profundamente”, reflexiona el bailarín.
Algunos años más tarde, en 2019, el bailarín es conocedor de que los artistas Coderch y Malavia están llevando a cabo una escultura monumental inspirada en su espectáculo de danza butoh, ese misterioso baile japonés, que se remonta a los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, que refleja la resiliencia y fortaleza del ser humano para renacer tras grandes catástrofes como la bomba de Hiroshima. La escultura que representaba un gesto del bailarín se denominaría “Gigante de Sal”. Así pues, el encuentro de la escultura de bronce, como forma por excelencia de la permanencia por un lado y la danza como movimiento efímero por otro lado, entraron de este modo en contacto.
La música a través del saxofón de Javier Valerio se introduce en este proyecto en el momento en el que, Herrera, recibe la distinción honorífica de la «Ordre des Arts et des Lettres». En 2018 le es asignada por el Ministerio de Cultura de Francia la medalla «Officier des Arts et des Lettres». Durante el evento oficial en la embajada de Costa Rica, tras recibir la distinción, “Fred, que es un discípulo del mimo Marcel Marceau me pide hacer un espectáculo”. Tras el acto honorífico, el bailarín se quita sus zapatos para dar comienzo su actuación. “Yo le acompaño con mi saxofón, musicalizando lo que él va haciendo”. Tras ese instante, las vidas artísticas de ambos se unen. Coinciden en un gran número de proyectos como por ejemplo “La Perla”, una propuesta escénica que se estrenó en 2019 en Costa Rica tras una gran gira por ciudades de Europa y Asia. Pero llega la pandemia y entre otros, paraliza también el proyecto de los “Gigantes de Sal”
Encuentro entre los dos gigantes de sal
Coexisten dos “Gigantes de Sal” el primero en forma de espectáculo en la danza butoh, de la mano del bailarín costarricense, Fred Herrera, el segundo en forma de escultura de la mano de los artistas Coderch y Malavia. Tras más de dos años de espera, esta semana, el proyecto que se engendró en 2019 verá la luz. Los gigantes tendrán un encuentro “cara a cara entre el bronce y la sangre en un intercambio cultural multidisciplinario”.
El saxofonista, Javier Valerio, detalla que la música que se podrá disfrutar durante el espectáculo, compuesta por él, se transformará en “una serie de sonidos y frecuencias envolventes que describirán el peso y la fuerza de un gigante con notas que describen la influencia de la música japonesa que a la par es el complemento de lo que está pasando en la obra”. Así pues, su personaje guiará al público a través de una trama y establecerá un primer contacto con el gigante azul de frío bronce. Fruto de esa “amistad” el gigante relatará una historia y durante la narración entrará el gigante dinámico, rojo…de sangre. Pero no podemos contar más ya que será el público, el que descubra y disfrute de este espectáculo que se estrena este jueves día 15 de septiembre a las 20 horas en la explanada del Castillo de Moraira en una cita ineludible para los amantes de la cultura y el arte.
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