Quien canta su mal espanta
Esta es refrán que hemos escuchado desde siempre, y se utiliza desde hace varios siglos. En el reconocido libro de Cervantes Don Quijote de la Mancha ya se cita:
Capitulo XXII.
—Antes he yo oído decir —dijo don Quijote— que quien canta sus males espanta. —Acá es al revés —dijo el galeote—, que quien canta una vez llora toda la vida. —No lo entiendo —dijo don Quijote.
Es tan válido este refrán que sólo con tararear una canción cualquiera, ya cambia nuestro estado de ánimo. Puede ser que esa canción te dé tristeza pero no lo entiendas como algo malo, sino que es bueno que esa tristeza salga, porque si se queda dentro mucho tiempo puede hacerte daño emocional y físicamente.
También son muchos los beneficios de cantar sólo o en grupo, pueden resumirse en el bienestar general de todo el organismo. Además, el cante permite distenderse, al tiempo que requiere un trabajo de muchas partes del cuerpo.
Al cantar nos esforzamos en hacer intervenir nuestra respiración, con el fin de alcanzar las tonalidades deseadas. Se trata de un proceso en el cual cada una de las inspiraciones provoca una relajación muscular estimulante, así como la endorfina. Al igual que en el yoga, los músculos se relajan y se oxigenan.
Al cantar se aprende a visualizar el aire y el sonido que remonta a lo largo de la columna vertebral. De esta forma, el canto es un antiestrés natural. Permite liberar eficazmente las emociones que en muchos casos son el origen de tensiones inexplicables.
![[Img #25262]](upload/img/periodico/img_25262.jpg)
El canto, un deporte completo
Aparte de los efectos positivos del canto sobre el estado de ánimo, se puede considerar que es un verdadero deporte. En un primer tiempo, esta actividad mejora la respiración. No hay nada más normal que sentirse relajado después de haber cantado. Una persona se siente agradablemente distendida y sus tensiones musculares desaparecen.
En una época en la que el modo de vida provoca que tengamos una respiración cada vez más superficial, el canto recobra todo su sentido. Por otro lado, los músculos abdominales se ven muy solicitados al cantar, concretamente cuando deseamos aumentar el tono o mantener una tonalidad durante más tiempo. En realidad se trata de una buena alternativa para quienes desean reafirmar el vientre.
Además, el hecho de cantar requiere mantener una postura correcta. Esta actividad obliga a tener derecha la espalda, a distender los hombros, a colocar correctamente la pelvis hacia adelante, y alinear el mentón. Igualmente, esta actividad tiene la ventaja de trabajar los músculos dorsales, reduciendo así los dolores de espalda.
Al cantar, la piel del rostro se vuelve más elástica, puesto que todos los músculos se ven solicitados. También, el canto evita el relajamiento cutáneo de la cara, retrasando la aparición de arrugas. Y es que cantar, es como practicar una actividad física.
Cantar y la secreción de endorfinas
Esta pasión por el canto no es algo anodino. Primeramente porque esta actividad aporta beneficios indudables en cuestión psicológica. Si las madres cantan a sus bebés en la cuna antes de dormirse, es porque esa música favorece la secreción de endorfinas en el cuerpo del niño.
Los efectos en un adulto son los mismos y el canto favorece más la secreción de esta hormona. Que cantemos bien o mal, el proceso sigue siendo el mismo para todo el mundo.
La endorfina es una hormona que favorece el bienestar de las personas, provocando incluso la euforia.
Así que si has tomado nota de todo lo anteriormente mencionado y te gusta cantar, no dudes ni un momento en inscribirte en el concurso local de canto “Jo Cante” llamando al 622212898.
Visita la página oficial de Facebook de Jo Cante pinchando la imagen inferior
Capitulo XXII.
—Antes he yo oído decir —dijo don Quijote— que quien canta sus males espanta. —Acá es al revés —dijo el galeote—, que quien canta una vez llora toda la vida. —No lo entiendo —dijo don Quijote.
Es tan válido este refrán que sólo con tararear una canción cualquiera, ya cambia nuestro estado de ánimo. Puede ser que esa canción te dé tristeza pero no lo entiendas como algo malo, sino que es bueno que esa tristeza salga, porque si se queda dentro mucho tiempo puede hacerte daño emocional y físicamente.
También son muchos los beneficios de cantar sólo o en grupo, pueden resumirse en el bienestar general de todo el organismo. Además, el cante permite distenderse, al tiempo que requiere un trabajo de muchas partes del cuerpo.
Al cantar nos esforzamos en hacer intervenir nuestra respiración, con el fin de alcanzar las tonalidades deseadas. Se trata de un proceso en el cual cada una de las inspiraciones provoca una relajación muscular estimulante, así como la endorfina. Al igual que en el yoga, los músculos se relajan y se oxigenan.
Al cantar se aprende a visualizar el aire y el sonido que remonta a lo largo de la columna vertebral. De esta forma, el canto es un antiestrés natural. Permite liberar eficazmente las emociones que en muchos casos son el origen de tensiones inexplicables.
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El canto, un deporte completo
Aparte de los efectos positivos del canto sobre el estado de ánimo, se puede considerar que es un verdadero deporte. En un primer tiempo, esta actividad mejora la respiración. No hay nada más normal que sentirse relajado después de haber cantado. Una persona se siente agradablemente distendida y sus tensiones musculares desaparecen.
En una época en la que el modo de vida provoca que tengamos una respiración cada vez más superficial, el canto recobra todo su sentido. Por otro lado, los músculos abdominales se ven muy solicitados al cantar, concretamente cuando deseamos aumentar el tono o mantener una tonalidad durante más tiempo. En realidad se trata de una buena alternativa para quienes desean reafirmar el vientre.
Además, el hecho de cantar requiere mantener una postura correcta. Esta actividad obliga a tener derecha la espalda, a distender los hombros, a colocar correctamente la pelvis hacia adelante, y alinear el mentón. Igualmente, esta actividad tiene la ventaja de trabajar los músculos dorsales, reduciendo así los dolores de espalda.
Al cantar, la piel del rostro se vuelve más elástica, puesto que todos los músculos se ven solicitados. También, el canto evita el relajamiento cutáneo de la cara, retrasando la aparición de arrugas. Y es que cantar, es como practicar una actividad física.
Cantar y la secreción de endorfinas
Esta pasión por el canto no es algo anodino. Primeramente porque esta actividad aporta beneficios indudables en cuestión psicológica. Si las madres cantan a sus bebés en la cuna antes de dormirse, es porque esa música favorece la secreción de endorfinas en el cuerpo del niño.
Los efectos en un adulto son los mismos y el canto favorece más la secreción de esta hormona. Que cantemos bien o mal, el proceso sigue siendo el mismo para todo el mundo.
La endorfina es una hormona que favorece el bienestar de las personas, provocando incluso la euforia.
Así que si has tomado nota de todo lo anteriormente mencionado y te gusta cantar, no dudes ni un momento en inscribirte en el concurso local de canto “Jo Cante” llamando al 622212898.
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