Habla o cambia
No interesarse por los nuevos
cambios sociales, tales como el rol de la mujer, los nuevos tipos de familias,
el formar parte de una sociedad multicultural, etc…Dan lugar a que aparezcan
conceptos como sexismo, homofobia, racismo, machismo. O aquellas personas que
no quieren aprender a utilizar las nuevas tecnologías, ni adaptarse a los
nuevos tiempos quedan estancadas en su propio mundo sin darse la oportunidad de
conocer todo un mundo por descubrir.
Y es que en el año 1859, Charles
Darwin sorprende al mundo con su teoría de la evolución, una teoría en la que
su premisa general es que la vida está relacionada y que ha descendido de un
ancestro común y que sólo aquellos que han ido adaptándose a su medio cambiante
han sobrevivido.
Y es que la vida, sigue, avanza
y evoluciona. En realidad la vida progresa. La sociedad y
nuestro entorno cambian y es eso exactamente lo que nos hace ser quienes somos.
Es decir, aquella persona que se
adapta y por tanto acepta la mayoría de
los cambios que nos ofrece el día a día,
vive y disfruta más de la vida. De hecho la adaptabilidad es sinónimo de
inteligencia, cuanto más fácil te sea adaptarte a un medio más fácil te
resultará sobrevivir en él.
Pero es cierto que hay personas
que se niegan a subirse al tren de la evolución y aprender de aquello nuevo que
la vida les ofrece. Y su única opción es ir en contra de los cambios y
encerrarse en el pasado, simplemente por no darse la oportunidad de poder
convivir con aquello que ya no es como era.
Y es que cuando más cerrada es la
mente, más abierta es la boca.
Carolina Vallés Martí
Psicóloga. Máster en trastornos de la conducta alimentaria y trastornos de personalidad
No interesarse por los nuevos cambios sociales, tales como el rol de la mujer, los nuevos tipos de familias, el formar parte de una sociedad multicultural, etc…Dan lugar a que aparezcan conceptos como sexismo, homofobia, racismo, machismo. O aquellas personas que no quieren aprender a utilizar las nuevas tecnologías, ni adaptarse a los nuevos tiempos quedan estancadas en su propio mundo sin darse la oportunidad de conocer todo un mundo por descubrir.
Y es que en el año 1859, Charles Darwin sorprende al mundo con su teoría de la evolución, una teoría en la que su premisa general es que la vida está relacionada y que ha descendido de un ancestro común y que sólo aquellos que han ido adaptándose a su medio cambiante han sobrevivido.
Y es que la vida, sigue, avanza y evoluciona. En realidad la vida progresa. La sociedad y nuestro entorno cambian y es eso exactamente lo que nos hace ser quienes somos.
Es decir, aquella persona que se adapta y por tanto acepta la mayoría de los cambios que nos ofrece el día a día, vive y disfruta más de la vida. De hecho la adaptabilidad es sinónimo de inteligencia, cuanto más fácil te sea adaptarte a un medio más fácil te resultará sobrevivir en él.
Pero es cierto que hay personas que se niegan a subirse al tren de la evolución y aprender de aquello nuevo que la vida les ofrece. Y su única opción es ir en contra de los cambios y encerrarse en el pasado, simplemente por no darse la oportunidad de poder convivir con aquello que ya no es como era.
Y es que cuando más cerrada es la mente, más abierta es la boca.
Carolina Vallés Martí
Psicóloga. Máster en trastornos de la conducta alimentaria y trastornos de personalidad

























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