Nervioso por los Reyes y acojonado porque un albañil viene a casa

De verdad, estos días estoy nervioso por lo de los Reyes Magos y acojonado porque va a venir un albañil a casa; bueno, miento, vino un día, miró una tubito del friegaplatos, se fue y como no vuelve... pues supongo que estará estudiando el asunto, y a mi cuando alguien se pone a estudiar algo...

Tal es mi estado que cuando llaman a la `puerta de casa salto de la silla, cuando abro un grifo no sé si el agua está caliente o fría y hasta he notado que cuando suena el timbre el ordenador se apaga solo, como si tuviera vida propia y no quisiera saber nada, y esto es un indicio claro de que algo va a pasar.

A mí el asunto me parece sencillo: es unir dos manguitos, pero debe ser que yo de esto no sé mucho porque el primer día que vino el albañil lo estuvo mirando casi una hora, y si un profesional mira una hora un tubito... el asunto es gravísimo, claro que también es cierto que se bebió dos cervezas y no quedaban más, que si llega a haber... pues igual sigue analizando el tubito, no sé.

Pero no puedo negar que en esto de los albañiles tengo una cierta experiencia. Normalmente llegan, dicen que la avería no es nada, cogen de herramientas y sí, destrozan algo, hacen la reparación y a los cuatro días lo arreglado ya no funciona, pero bueno, ese es su trabajo, y lo hacen al momento, pero al momento.

Y esto es lo que me preocupa, que lo trabajos los hacen al momento, pero que el experto en manguitos que espero lleve una semana sin venir... joé lo que estará pensando hacer, y yo por mucho que miro el condenado manguito... pues yo lo que se dice raro raro no lo veo, aunque también te soy sincero, lo que es fijarme en manguitos,... fijarme fijarme nunca, o una vez, creo.

El caso es que hasta tengo pesadillas. Sueño que miro una pared de la casa, que noto como una pequeña grieta, luego observo que es grietecita se va extendiendo poco a poco hacia abajo y por los lados y de repente...  ¡¡¡¡ brrrraaaammmm, brrrraaaammmm !!!! Una pala excavadora de 9.000 toneladas con 4.000 caballo de potencia que tira la pared y en lo alto el albañil que dice «¡¡¡venga, que ya sé lo que hay que hacer!!!».

Entonces saca de sierra eléctrica, hace así como que me va a dar con ella, se ríe, me dice que es una típica broma entre palistas que me asusta que no veas y corta la manguerita en dos tajos mientras salta chispas. Luego vuelve a la pala excavadora, oigo con más intensidad «¡¡¡¡¡ brrrraaaammmm  brrrraaaammmm !!!!!», y baja con un martillo neumático de esos de romper las aceras y dice que es para nivelar no sé qué y ahí despierto. Ahí despierto porque no puedo más.

Yo la verdad estoy por llamarlo y decirle que ya no hace falta, que nos arreglamos bien sin el tubito y que no hay cervezas; pero me da que como son muy profesionales, temo que venga inmediatamente y por eso de llegar rápido entre en casa por la ventana con un caza o un bombardero y... sinceramente no sé que hacer, pero yo así es que no vivo, hasta este año lo único que le he pedido a los Reyes es que no venga...