Lunes, 22 de Septiembre de 2025

Actualizada Domingo, 21 de Septiembre de 2025 a las 12:06:21 horas

Lunes, 25 de Marzo de 2013 Tiempo de lectura:
vería con buenos ojos que la ley obligara a que los altos cargos públicos tuvieran que acudir obligatoriamente a la sanidad pública

La ley de Chicote

"La ley de Chicote" es una premisa básica en referencia a un consejo recurrente dado por el famoso chef televisivo a sus alumnos, y que  es casi de sentido común.

Podríamos enunciar esta ley en forma de pregunta:

¿Cómo un cocinero, responsable de algo tan importante como lo es la alimentación de cientas de personas al día va a ofrecer un buen nivel gastronómico sino es probando periódicamente sus propios platos?

Tiene lógica ¿No?. Ahora imaginemos que ese cocinero, un día decide renunciar al Mascarpone para realizar su Tiramisú, y lo sustituye por un queso de muy baja calidad y eso sí, muy barato. Y él no comería ese Tiramisú, es sólo para sus clientes, el tiene buen paladar.

Esta situación es equiparable a aquellos altos cargos públicos que recortan sin piedad en sanidad con la total tranquilidad de acudir tanto ellos como sus familias a las mejores consultas médicas privadas.

Considero que si de alguna forma estos altos cargos, ministros, gabinete, altos asesores, secretarios de estado, etc. tuvieran que hacer largas colas para atenderse en urgencias, o tuvieran que lidiar con listas de espera de meses para acudir a un especialista, quizás y solo quizás, les temblaría un poco más el pulso a la hora de continuar precarizando los servicios sanitarios. Se pensarían más eliminar servicios de urgencias, privatizar la gestión de hospitales, limitar las oposiciones a personal médico, o cualquier otra medida que comprometa su propia salud y la de los suyos.

Podríamos decir lo mismo de aquellos gobernantes que con una mano aprueban aumentar el ratio de alumnos por aula, limitar las becas universitarias, y con la otra abonan las matrículas de sus hijos en elitistas colegios y/o universidades privadas.

Personalmente, vería con buenos ojos que la ley obligara a que los altos cargos públicos tuvieran que acudir obligatoriamente a la sanidad pública. Hipotéticamente podríamos plantear una medida similar en cuanto a enviar a sus hijos a colegios públicos, al menos durante el tiempo en que permanezcan en el cargo.

Pero tras proponer esta medidas, miro a mi alrededor y me encuentro con la realidad, un Estado en el que el inmigrante irregular no tiene derecho a tratamientos en hospitales públicos y sin embargo el señor que nació en Italia y lleva corona (y Corinna), se opera express de la cadera en la mejor de las clinicas privadas, eso sí pagado por todos los ciudadanos.

Comentarios
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.165

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.