¿Qué Pasa En El Mundo?
La revolución agrícola se hace cada vez más necesaria a escala planetaria, los cultivos más rentables estos últimos años son la colza y la soja, para realizar biocombustibles, los lobbies del sector de la denominada agricultura industrial o “agrincultura” dominan ahora mismo de 60 a 80 millones de hectáreas de las tierras más fértiles del planeta, en África, Sudamérica, y algunos países asiáticos.
Tierras robadas al campesinado o a la Naturaleza, con el objetivo de
implantar un monocultivo donde la totalidad de sus habitantes han
realizado durante miles y miles de años una vinculación global con el
entorno por la avaricia ahora son desahuciados, con la única finalidad
de desarrollar una actividad petrodependiente, (la agrincultura
representa entre un 11% y un 15% de las emisiones de gases de efecto
invernadero).
Nuestro estado siguiendo recomendaciones de los
lobbies del sector, instalados en los parlamentos europeos cuyos
dirigentes no son democráticamente elegidos, camina en el mismo sin
sentido, pasamos de una agricultura biodiversa que sostenía precios
públicos y lo más importante una soberanía alimentaria, pasamos en muy
poco tiempo a una vulnerabilidad de alimentos cuyos productos recorren
de media unos cinco mil kilómetros y una dependencia de alimentos del
exterior incrementada año tras año. Todo bien empaquetado y envasado
consumiendo de nuevo demasiada energía fósil, aumentando entre un 8% y
un 10% la emisión de gases que calientan el planeta, en el recorrido
hasta el punto de venta se hace necesario no romper la cadena de frío
que conserva el producto, aumentando entre un 2% y un 4% las emisiones
de efecto invernadero, frío que se convierte en una estufa para el
planeta.
El sistema alimentario de la agrincultura, presume de
eficiencia, pero como hemos visto no es así, añadiendo el número de
toneladas de alimentos que se desperdician al día en el mundo es
alarmante, despilfarramos la mitad de lo que compramos, con tasas de
mortalidad infantil por inanición, mantenidas por una especie que se
autodenomina inteligente, con ejemplos como este debería pasar a
denominarse parasitaria. Alimentos desperdiciados en vertederos que
producen entre el 3% o el 4 % de gases de efecto invernadero. El sistema
apoyado por los países desarrollados participa más o menos en la mitad
de los gases responsables del cambio climático y que amenaza con
destruir en breve los ecosistemas más bonitos del planeta, nuestros
polos responsables del movimiento de las masas de aire y cuya
desaparición amenaza con paralizar.
Por tanto, la revolución
agrícola, responsable; con el uso del suelo y el agua, consumo de
alimentos frescos, feminizada pues sólo con la mirada crítica de la
mujer seremos capaces de devolver el raciocinio a nuestras vidas en
simbiosis con la diosa Naturaleza, es necesaria. Sólo de esta manera
seremos capaces de reducir el 50% de la emisión de gases de efecto
invernadero, corrigiendo la pobreza y la hambruna de millones y millones
de seres humanos en La Tierra. Los únicos obstáculos son políticos y es
ahí donde debemos centrar nuestros esfuerzos.
Mientras ustedes
han estado leyendo este artículo, haya muerto un niño o una niña por
causas fácilmente evitables, varias especies de animales y/o vegetales
han desaparecido sin que los seres inteligentes del planeta sepan de su
existencia, una selva ha sido deforestada y/o incendiada para el
beneficio de unos/as pocos/as, un humedal ha sido contaminado, una nueva
bomba nuclear probablemente ha sido explotada en una falla.
José Francisco Gálvez Martínez.
Secretario Área de Medio Ambiente EU Marina Alta.
Tierras robadas al campesinado o a la Naturaleza, con el objetivo de
implantar un monocultivo donde la totalidad de sus habitantes han
realizado durante miles y miles de años una vinculación global con el
entorno por la avaricia ahora son desahuciados, con la única finalidad
de desarrollar una actividad petrodependiente, (la agrincultura
representa entre un 11% y un 15% de las emisiones de gases de efecto
invernadero).
Nuestro estado siguiendo recomendaciones de los
lobbies del sector, instalados en los parlamentos europeos cuyos
dirigentes no son democráticamente elegidos, camina en el mismo sin
sentido, pasamos de una agricultura biodiversa que sostenía precios
públicos y lo más importante una soberanía alimentaria, pasamos en muy
poco tiempo a una vulnerabilidad de alimentos cuyos productos recorren
de media unos cinco mil kilómetros y una dependencia de alimentos del
exterior incrementada año tras año. Todo bien empaquetado y envasado
consumiendo de nuevo demasiada energía fósil, aumentando entre un 8% y
un 10% la emisión de gases que calientan el planeta, en el recorrido
hasta el punto de venta se hace necesario no romper la cadena de frío
que conserva el producto, aumentando entre un 2% y un 4% las emisiones
de efecto invernadero, frío que se convierte en una estufa para el
planeta.
El sistema alimentario de la agrincultura, presume de
eficiencia, pero como hemos visto no es así, añadiendo el número de
toneladas de alimentos que se desperdician al día en el mundo es
alarmante, despilfarramos la mitad de lo que compramos, con tasas de
mortalidad infantil por inanición, mantenidas por una especie que se
autodenomina inteligente, con ejemplos como este debería pasar a
denominarse parasitaria. Alimentos desperdiciados en vertederos que
producen entre el 3% o el 4 % de gases de efecto invernadero. El sistema
apoyado por los países desarrollados participa más o menos en la mitad
de los gases responsables del cambio climático y que amenaza con
destruir en breve los ecosistemas más bonitos del planeta, nuestros
polos responsables del movimiento de las masas de aire y cuya
desaparición amenaza con paralizar.
Por tanto, la revolución
agrícola, responsable; con el uso del suelo y el agua, consumo de
alimentos frescos, feminizada pues sólo con la mirada crítica de la
mujer seremos capaces de devolver el raciocinio a nuestras vidas en
simbiosis con la diosa Naturaleza, es necesaria. Sólo de esta manera
seremos capaces de reducir el 50% de la emisión de gases de efecto
invernadero, corrigiendo la pobreza y la hambruna de millones y millones
de seres humanos en La Tierra. Los únicos obstáculos son políticos y es
ahí donde debemos centrar nuestros esfuerzos.
Mientras ustedes
han estado leyendo este artículo, haya muerto un niño o una niña por
causas fácilmente evitables, varias especies de animales y/o vegetales
han desaparecido sin que los seres inteligentes del planeta sepan de su
existencia, una selva ha sido deforestada y/o incendiada para el
beneficio de unos/as pocos/as, un humedal ha sido contaminado, una nueva
bomba nuclear probablemente ha sido explotada en una falla.
José Francisco Gálvez Martínez.
Secretario Área de Medio Ambiente EU Marina Alta.
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