Nuestro comportamiento se rige por nuestra mente, por nuestras experiencias y nuestras emociones y la suma de todo ello es nuestra conducta
Cuando el miedo no puede conmigo
El pasado jueves amanecíamos con una terrible noticia. Durante la
celebración de lo que iba a ser una
noche de fiesta, para cuatro chicas se convirtió en su última noche.
Son muchas las noticias e
imágenes que estos días nos enseñan distintos medios de comunicación, pero, ¿qué
nos ocurre exactamente en ese tipo de situaciones?
Salimos para divertirnos, para
pasar un rato con los amigos y para incluso desinhibirnos. Así que en la
mayoría de ocasiones no vemos el riesgo y es por ello que no percibimos
amenazas ni sentimos el miedo.
Según las investigaciones, se
sabe que un individuo lanzó una bengala, al haber demasiada gente en un mismo
espacio, las chicas y chicos que en ese momento estaban allí reaccionaron con
una respuesta innata, pero irracional. Ante la luz de la bengala, el cuerpo humano
percibe la luz y el sonido, envía una señal a nuestro cerebro advirtiéndonos de
que hay una amenaza y por tanto estamos en peligro, así que todos nuestros músculos reciben la señal de
activan para provocar la respuesta de huída.
En el Madrid Arena al haber
escaso espacio, la huída de los
individuos allí presentes desató una situación de estrés, donde todo el mundo
quería salir de allí, sin saber muy bien qué dirección tomar, cada individuo al
detectar una situación de peligro se dejaba guiar por su instinto de
supervivencia y buscaba la salida sin importarle todo su entorno.
Si, los seres humanos estamos
biológica y anatómicamente programados para sobrevivir sin tener en cuenta el resto.
Sin percibir o demostrar solidaridad por otros.
Esa carencia de empatía y ese
afán de supervivencia (junto con las irregularidades del pabellón)
son la causa de que cuatro jóvenes hayan fallecido.
Estas cuatro víctimas a pesar de detectar la amenaza, de intentar huir, su
instinto de supervivencia fue retenido por la aglomeración, quedando así sus esfuerzos en vano.
Para aquellos supervivientes de
esta trágica noche puede que aparezcan miedos,
secuelas psicológicas. Es posible que muchos tengan miedo a que la situación se
repita. Bien, estos supervivientes han vivido una situación amenazante y por tanto intentarán
huir de posibles situaciones similares, pero para poder revertir esos miedos,
estos individuos tienen que enfrentarse a una situación parecida lo antes
posible y sobretodo hablar de lo ocurrido y no guardárselo un@ mism@.
Aunque según las últimas
informaciones proporcionadas por la Jefatura Superior de Policía de Madrid se
baraja la idea de que el comienzo de la actuación del DJ podría ser la causa que originó dicha
avalancha, si este fuese el motivo, el
individuo siente el mismo nivel de
ansiedad, el mismo deseo de sobrevivir, ya que detecta como amenaza el
no poder salir del pasillo.
El pasado jueves amanecíamos con una terrible noticia. Durante la
celebración de lo que iba a ser una
noche de fiesta, para cuatro chicas se convirtió en su última noche.
Son muchas las noticias e imágenes que estos días nos enseñan distintos medios de comunicación, pero, ¿qué nos ocurre exactamente en ese tipo de situaciones?
Salimos para divertirnos, para pasar un rato con los amigos y para incluso desinhibirnos. Así que en la mayoría de ocasiones no vemos el riesgo y es por ello que no percibimos amenazas ni sentimos el miedo.
Según las investigaciones, se
sabe que un individuo lanzó una bengala, al haber demasiada gente en un mismo
espacio, las chicas y chicos que en ese momento estaban allí reaccionaron con
una respuesta innata, pero irracional. Ante la luz de la bengala, el cuerpo humano
percibe la luz y el sonido, envía una señal a nuestro cerebro advirtiéndonos de
que hay una amenaza y por tanto estamos en peligro, así que todos nuestros músculos reciben la señal de
activan para provocar la respuesta de huída.
En el Madrid Arena al haber escaso espacio, la huída de los individuos allí presentes desató una situación de estrés, donde todo el mundo quería salir de allí, sin saber muy bien qué dirección tomar, cada individuo al detectar una situación de peligro se dejaba guiar por su instinto de supervivencia y buscaba la salida sin importarle todo su entorno.
Si, los seres humanos estamos
biológica y anatómicamente programados para sobrevivir sin tener en cuenta el resto.
Sin percibir o demostrar solidaridad por otros.
Esa carencia de empatía y ese afán de supervivencia (junto con las irregularidades del pabellón) son la causa de que cuatro jóvenes hayan fallecido. Estas cuatro víctimas a pesar de detectar la amenaza, de intentar huir, su instinto de supervivencia fue retenido por la aglomeración, quedando así sus esfuerzos en vano.
Para aquellos supervivientes de esta trágica noche puede que aparezcan miedos, secuelas psicológicas. Es posible que muchos tengan miedo a que la situación se repita. Bien, estos supervivientes han vivido una situación amenazante y por tanto intentarán huir de posibles situaciones similares, pero para poder revertir esos miedos, estos individuos tienen que enfrentarse a una situación parecida lo antes posible y sobretodo hablar de lo ocurrido y no guardárselo un@ mism@.
Aunque según las últimas informaciones proporcionadas por la Jefatura Superior de Policía de Madrid se baraja la idea de que el comienzo de la actuación del DJ podría ser la causa que originó dicha avalancha, si este fuese el motivo, el individuo siente el mismo nivel de ansiedad, el mismo deseo de sobrevivir, ya que detecta como amenaza el no poder salir del pasillo.

























Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.21