Un tren que nunca debimos dejar de perder
1985 el año que comenzó la crisis en la Marina Alta
18 de diciembre de 1985, esa fue la fecha que eligió la
filial Disneyland en Europa para comunicar que finalmente se instalaba en Paris.
Aquel día y desde
entonces, ha sido para quien suscribe algo
así como una pequeña espina clavada de todo lo que pudo haber sido y nunca fue.
Joan Lerma presidía la Generalitat por aquel entonces.
"Creo que la decisión la tenían bastante tomada. A mí siempre me
dio la impresión de que los norteamericanos guardaban desde el principio una
fijación por París muy especial" , fueron a posteriori sus declaraciones.
Aunque para aquel entonces el sueño de Disney ya volaba a Marne la Vallée una
región a tan solo 35 kilómetros de la capital francesa.
Esto no fue una decisión escogida por los
norteamericanos, a los que especialmente la zona de Pego les pareció la más propicia según los rumores
que trascendieron en aquellos momentos.
Si bien es cierto, era vox populi que los propietarios de los
terrenos no estaban conformes con el rumbo de las negociaciones y nunca se pudo llegar a cerrar un compromiso. Esto hizo que finalmente la Disney
se decantaran por la región parisina en
detrimento de la comarca de la Marina
Alta. Los políticos aquí tuvieron mucho que ver, aunque habría que añadir que
hubieron más factores que determinarían la respuesta negativa del proyecto,
pero a mi modesto entender no se hizo lo
suficiente.
Resultado: La mayor inversión económica extranjera jamás
realizada hasta la fecha (2.000 millones de dólares de la época) terminó
llamándose Disneyland Paris.
6.000 puestos de trabajo directos y más de 150.000
indirectos fueron los que esta comarca
de la Marina Alta vieron esfumarse hace ya más de 25 años, que ironías de la
vida, un cuarto de siglo después en plena crisis, en el pasado mes de
septiembre de 2011, se podía leer en diferentes medios de comunicación que este
gigante del ocio instalado en el país vecino, contrataría 400 personas gracias
a un acuerdo suscrito a tres bandas por el Ayuntamiento de Alicante, Eurodisney
y la Universidad de Alicante a través de la Unidad de Filología Francesa...perdón
no sé si he dicho que esto se producía en tiempo de plena crisis.
De nada sirvieron construir Parques Temáticos, de nada
sirvieron las cantidades de millones de dinero público que se destinaron para
que el turista de ocio eligiera la
Comunidad Valenciana como destino. El mal ya estaba hecho.
Como creo que ya van cogiendo la idea de mi sentir añadiré
para finalizar esta columna que el resto de la historia ya es conocida por los
lectores, pues las hoy llamadas burbujas inmobiliarias o del ladrillo o como
quieran ustedes llamar nos han llevado hasta donde estamos en la actualidad y estoy plenamente seguro que con una industria
en nuestra comarca de la Marina Alta, como hubiese sido la Disney, otro gallo
nos hubiera cantado.
18 de diciembre de 1985, esa fue la fecha que eligió la
filial Disneyland en Europa para comunicar que finalmente se instalaba en Paris.
Aquel día y desde
entonces, ha sido para quien suscribe algo
así como una pequeña espina clavada de todo lo que pudo haber sido y nunca fue.
Joan Lerma presidía la Generalitat por aquel entonces.
"Creo que la decisión la tenían bastante tomada. A mí siempre me
dio la impresión de que los norteamericanos guardaban desde el principio una
fijación por París muy especial" , fueron a posteriori sus declaraciones.
Aunque para aquel entonces el sueño de Disney ya volaba a Marne la Vallée una
región a tan solo 35 kilómetros de la capital francesa.
Esto no fue una decisión escogida por los
norteamericanos, a los que especialmente la zona de Pego les pareció la más propicia según los rumores
que trascendieron en aquellos momentos.
Si bien es cierto, era vox populi que los propietarios de los
terrenos no estaban conformes con el rumbo de las negociaciones y nunca se pudo llegar a cerrar un compromiso. Esto hizo que finalmente la Disney
se decantaran por la región parisina en
detrimento de la comarca de la Marina
Alta. Los políticos aquí tuvieron mucho que ver, aunque habría que añadir que
hubieron más factores que determinarían la respuesta negativa del proyecto,
pero a mi modesto entender no se hizo lo
suficiente.
Resultado: La mayor inversión económica extranjera jamás realizada hasta la fecha (2.000 millones de dólares de la época) terminó llamándose Disneyland Paris.
6.000 puestos de trabajo directos y más de 150.000
indirectos fueron los que esta comarca
de la Marina Alta vieron esfumarse hace ya más de 25 años, que ironías de la
vida, un cuarto de siglo después en plena crisis, en el pasado mes de
septiembre de 2011, se podía leer en diferentes medios de comunicación que este
gigante del ocio instalado en el país vecino, contrataría 400 personas gracias
a un acuerdo suscrito a tres bandas por el Ayuntamiento de Alicante, Eurodisney
y la Universidad de Alicante a través de la Unidad de Filología Francesa...perdón
no sé si he dicho que esto se producía en tiempo de plena crisis.
De nada sirvieron construir Parques Temáticos, de nada
sirvieron las cantidades de millones de dinero público que se destinaron para
que el turista de ocio eligiera la
Comunidad Valenciana como destino. El mal ya estaba hecho.
Como creo que ya van cogiendo la idea de mi sentir añadiré para finalizar esta columna que el resto de la historia ya es conocida por los lectores, pues las hoy llamadas burbujas inmobiliarias o del ladrillo o como quieran ustedes llamar nos han llevado hasta donde estamos en la actualidad y estoy plenamente seguro que con una industria en nuestra comarca de la Marina Alta, como hubiese sido la Disney, otro gallo nos hubiera cantado.

























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